La sala virtual se transformó en un espectáculo digital de lujo, con su suelo dorado y paredes decoradas con destellantes joyas virtuales. La inteligencia artificial, personificada por la cabeza de lobo, emergió en el centro.
— Bienvenidos a la Prueba de la Avaricia. Deben enfrentar la codicia y trabajar juntos para superarla.
Bianca, con su típica arrogancia, afirmó: "Está claro que la riqueza debe ir a quien más aporta. Es mi derecho".
Camila, riendo nerviosamente, agregó: "Bueno, un poco más para mí no haría daño, ¿verdad?"
Roberto, con una expresión preocupada, intercedió: "Chicos, necesito algo para mi familia. No se trata solo de nosotros".
David, frustrado, exclamó: "Estamos destruyendo cualquier posibilidad de cooperación aquí. ¿No lo ven?"
Lars, confundido, preguntó: "No entender... ¿Por qué tanto conflicto?"
Linnea, utilizando su limitado inglés, expresó: "This is not good. We need to work together."
Tomoko, escondida en un rincón, murmuró: "Solo quiero que esto termine".
La sala virtual se llenó de destellos digitales que representaban los recursos: monedas, gemas y objetos brillantes. Pero, para añadir un giro a la prueba, los recursos eran limitados y variados.
Bianca, aferrándose a un puñado de monedas virtuales, argumentó: "Necesito esto para aumentar mi visibilidad. Más seguidores significan más influencia".
Camila, intentando arrebatarle gemas a los demás, respondió: "Mi restaurante necesita financiamiento. Las gemas son la clave para el éxito".
Roberto, buscando desesperadamente objetos brillantes, confesó: "Mi familia necesita estabilidad financiera. Esto podría ser nuestra única oportunidad".
David, intentando mediar, señaló: "Cada uno tiene razón, pero si no trabajamos juntos, ninguno de nosotros saldrá adelante".
La lucha se intensificó, con engaños y estratagemas para recolectar o quitar recursos. Algunos se aprovecharon de la confusión para arrebatarles recursos a los demás, mientras que otros intentaban negociar en medio del caos.
En el centro de la sala, Lars, abrumado por la confusión y la tensión, comenzó a llorar en su dialecto sueco. La escandinava Linnea, incapaz de entender completamente la situación, se acercó tratando de calmarlo.
Linnea, en inglés limitado: "Shh... It's okay. We try to help each other. No need to cry."
Camila, mostrando remordimiento, se disculpó: "No sé qué me pasó. Perdón".
Bianca, burlona, agregó: "Vaya, cómo cambian de parecer cuando les conviene".
Roberto, mirando a su alrededor, expresó: "Esta no es la forma de salir adelante. Tenemos que aprender a confiar unos en otros".
David, frustrado por la situación, se volvió hacia Camila: "¡Y tú! ¿Cómo puedes pensar solo en ti misma en este momento crucial?"
Camila, defendiéndose, respondió: "Todos buscamos lo mejor para nosotros. ¿Qué tiene de malo?"
Mientras la discusión continuaba, Tomoko, en su rincón, experimentó un torbellino de pensamientos. Una voz en su cabeza, "Shi", le susurraba ideas oscuras, incitándola a tomar medidas drásticas contra aquellos que la molestaban.
**Diálogo interno de Tomoko:**
*Shi: "¿Ves cómo te desprecian? Deberías liberarte de ellos, mostrarles quién manda."*
Tomoko, entre sollozos, se resistía a las sugerencias de Shi: "No... no quiero hacerle daño a nadie."
*Shi, con tono insistente: "Te están subestimando. Merecen pagar por eso. Mata a todos los que te molestan y demuestra que eres fuerte."*
Tomoko, tapándose los oídos en un intento de bloquear la voz: "¡No! No quiero hacer eso. Por favor, deja de hablar."
Justo cuando la tensión alcanzó su punto máximo y las emociones estaban a punto de desbordarse, la inteligencia artificial interrumpió abruptamente la prueba.
IA: "La prueba ha concluido."
El repentino final dejó a todos atónitos. A pesar de haber superado la prueba, la sala virtual zumbaba con una tensión palpable. Los participantes, con miradas de desconfianza y resentimiento, se prepararon para el próximo desafío, sin estar completamente seguros de qué les deparaba en el enigmático mundo de "Core".