Anya
Miro con asombro la gran casa frente a mi, no es tan grande como la de Aleksei, pero definitivamente es más moderna y ha sido renovada últimamente.
-Linda, eh? Es la casa de Darya y su esposo; Leonid. Ella nos está esperando.
Miro a Lukas, quien sigue en mis brazos y ahora juega con mi cabello, estoy segura de que va a terminar enredado pero no importa, mientras no llore; está bien para mí.
Miro extrañada a Larisa al ver lo juguetes y muñecas esparcidos alrededor del jardín frontal, justo a un pequeño castillo de princesas.
-Que es esto?- le pregunto a Larissa, ella sonríe.
-Para la hija de Darya, ella apenas va a cumplir un año dentro de seis meses pero Leonid estaba muy emocionado.
Sonrío ante sus palabras.
-No sabía que Darya tuviera una hija- le comento.
-Darya es una buena mujer, estoy segura de que ama a su hija, pero no todas las personas tienen la misma manera de amar.
-Porque dices eso?- le pregunto confundida.
-Ya veras.
La puerta de la gran casa se abre y por ella sale Darya cargando una rubia bebé en su cadera.
-Roman ya llamo, llega de Rusia mañana- nos informa mientras baja las escaleras, mira a la bebé cuando está tira su cabello y da un chillido. Claramente tratando de llamar la atención de su mamá.
Veo el amor en la mirada de Darya, pero además de ese amor hay miedo y algo más que no llego a descifrar.
-Vamos adentro- Darya nos sonríe antes de entrar a casa lo más rápido que puede.
Una vez entramos observó el elegante y moderno interior de la casa, en su mayoría colores fríos, pero extrañamente en vez de una sensación de frialdad, es más de elegancia.
-Quiero saber que hiciste con Mallory?
Frunzo el ceño ante sus palabras pero después caigo en la conclusión de que la mamá de Lukas debe ser Mallory.
-Todavía no ha pasado algo con Mallory, lo único que hice fue romperle la nariz a la perra.
Darya ríe antes de dejar a la bebe en el piso, quien; nada feliz con eso comienza a llorar.
Y déjenme agregar, con demasiada fuerza.
Parece que tiene un amplificador en la garganta.
Es obvio como Darya se ve obviamente alterada y su agradable personalidad es reemplazada a volverse un manojo de nervios.
Se inclina y levanta a la bebé y me llego a dar cuenta que sus manos incluso tiemblan.
-Si quieres la puedo tomar yo...-
-No- dice firmemente Darya mientras, aún temblando sujeta a la bebé.-es mi trabajo, yo soy la madre. No lo hago bien pero es mi trabajo. Mío- mira a su hija antes de susurrar.-voy a mejorar, lo prometo.
Miro a Larisa quien niega con la cabeza antes de, como si lo hubiera echo mil veces, cambia de tema.
-Tenemos que organizar algo para él, su cumpleaños es la próxima semana, vaya mierda. Merece algo mejor.
-Con quien se va a quedar?- pregunta Darya, mientras se levanta y toma una copa de vino, le da un buen trago, uno largo.
-Conmigo y Anton- informa Larissa antes de quitarme a Lukas.-y usted, jovencito es muy inteligente- aseguró.-hiciste bien en llamar a papi. Y así te ayudamos. Estoy orgullosa- dice suavemente y teléfono suena. Una sonrisa se abre paso en sus labios.-papi está llamando para hablar contigo!
Observo enternecida como Lukas incluso llora un poco y como puede dice que tuvo miedo pero poco después las lágrimas se van y comienza a sonreír y reírse.
La imagen me hace sonreír. Espero volverla a ver en un futuro.
* * *
Unos insistentes golpes en la puerta me fuerzan a abrir los ojos antes de ver la gran figura de Aleksei en el marco.
-Aleksei? Qué haces aquí?- pregunto confundida, miro el reloj junto a mi.-son las tres de la mañana..-
No logro ver su rostro, hay algo que no me deja, no descifro que hasta que la poca luz qué hay por las noches en esta casa me lo muestra.
Un pasamontañas. Un jodido pasamontañas, y a diferencia de los ojos azules de Aleksei, estos ojos eran oscuros y no tenían emoción alguna.
Antes de siquiera tener la oportunidad de gritar, la gran mano del hombre cubre mi boca.
-Ni un solo sonido, perra- sisea con un dedo sobre sus labios.
Asiento levemente, con ahora lágrimas picando mis ojos y mi corazón yendo cada vez más rápido.
Su mano se mueve hacia su espalda, las lágrimas se resbalan de mis ojos y tiemblo y sollozo contra la mano sobre mi boca.
Vuelvo a ver su mano con un cuchillo en esta, él presiona la punta del cuchillo sobre mi vientre haciéndome sollozar aún más. No, mi bebe no.
-Escuche que los Alkaev están por darle la bienvenida a un nuevo miembro; perra estupida, enserio creíste que estarías a salvo con el jodido ruso? Que el té salvaría? Que salvaría a su hijo? Perras, todas iguales, nunca aprenden, ahora jodidamente voy a tener que sacar a ese chico de tu cuerpo y después matarte a ti- parece que va a decir algo más pero un ruido suena y todo queda en una aterrador silencio.
Antes de siquiera saberlo, hay sangre en mi rostro y por todos lados.
El cuerpo sin vida del hombre ahora cae sobre mi pero es apartado rápidamente y ahora soy sujetada y alzada mientras sollozo con aún más fuerza.
Miro hacia arriba para encontrarme con los ojos azules con los que estaba tan familiarizada.
-Aleksei.