En el corazón de la ciudad, la plaza central se desplegaba ante nosotros, emanando una serenidad peculiar. Mi mirada se posó en una imponente estatua que dominaba el centro, representando a un hombre envuelto en una capa que misteriosamente ocultaba su rostro. La veneración hacia él era palpable, reflejada en la forma en que los ciudadanos se congregaban a su alrededor.
A pesar de la tranquilidad del entorno, noté algo inusual: el tiempo parecía moverse de manera diferente aquí. Si mis cálculos no fallaban, deberían ser alrededor de la 1 de la madrugada, considerando que había desaparecido del otro mundo a las 9 de la noche. Sacudiendo esos pensamientos de mi mente, me centré en el ambiente que me rodeaba. El aire era fresco, casi gélido, y la noche se llenaba con el canto de grillos y otros sonidos nocturnos que provenían de la naturaleza circundante.
Una vez en el centro de la plaza, Zack, Ralp y yo nos acomodamos en unas bancas que rodeaban la base de la enigmática estatua. Mientras nos sentábamos, noté a lo lejos un conjunto de tiendas y carpas. Me recordaban a los mercados que había visto en videojuegos, pero con un aire más auténtico y vivaz. Considerando mi curiosidad, decidí que más tarde indagaría con Zack o Ralp sobre ese peculiar lugar y su propósito en esta plaza.
Zack rompió el silencio, dirigiendo su mirada hacia Ralp con una seriedad penetrante:
**Zack:** "Con el collar que le diste a Ángel, ya es suficiente para que pueda comunicarse con nosotros. Tus servicios ya no serán requeridos." Su tono era directo y parecía transmitir cierta frialdad.
Ralp, aunque parecía algo cansado, mostró una sonrisa amigable al responder:
**Ralp:** "Lo entiendo. Ya he recibido mi paga y, de hecho, está empezando a hacerse tarde. Mi esposa estará preocupada por mí."
Intrigado y agradecido, intervine:
**Yo:** "Ralp, ¿cómo podré encontrarte cuando tenga el dinero? ¿Podría pagarte en cuotas o de alguna manera flexible?"
Ralp giró hacia mí, sus ojos cansados pero amables:
**Ralp:** "Soy bastante reconocible por estos lares. Siempre podrás hallarme en una pequeña casa de madera a un par de cuadras al norte de esta plaza o en la taberna de el gremio que estábamos hace rato. Ya sea que quieras pagarme en su totalidad o en partes, está bien para mí."
Asentí con gratitud:
**Yo:** "Te agradezco enormemente, Ralp. Este collar será de gran ayuda para mí en este Reino."
Ralp, con una mirada más suave, respondió:
**Ralp:** "No me agradezcas a mí. Al principio, mi única motivación fue el pago de Zack. Sin embargo, a medida que te conocí, empezaste a caerme bien."
Ralp alejándose y perdiéndose entre las casas y pequeños edificios de esta ciudad.
luego de que Ralp se retirase Zack me miró con una expresión inquisitiva y continuó:
**Zack:** "Eso del golpe en la cabeza, ¿es solo una excusa, verdad? Estuve observándote y noté que no presentas señales como un chichón o alguna herida en tu cabeza que justifique esa historia."
La mirada directa de Zack me dejó momentáneamente sin palabras, obligándome a reflexionar sobre cómo responderle.
**Yo:** "Mencioné el golpe en la cabeza porque no tengo recuerdos claros de lo sucedido," respondí, tratando de mantener la calma, aunque mi voz denotaba cierta incertidumbre.
Zack, con una mirada penetrante, replicó:
**Zack:** "Tu tono sugiere que hay algo más detrás de todo esto. ¿Qué estás ocultando?"
**Zack:** "Además de que tu nivel estaba demasiado bajo, eso es algo imposible a menos que no hagas nada, Pero aún así, subirías algo de nivel comiendo y bebiendo. Además, Ralp mencionó que hablaste de otro mundo. ¿Estás ocultando algo?"
Zack me observó con un aire de expectación, esperando mi respuesta.
Sentí la presión de las preguntas de Zack y llegué a la conclusión de que sería mejor ser completamente sincero. *Si le digo la verdad, tal vez me crea*, reflexioné.
**Yo:** "Te lo diré, pero te pido que mantengas esto en secreto. No quiero ser el centro de atención."
**Zack:** "Si me dices la verdad, respetaré tu deseo. ¿Estamos claros?"
**Yo:** "¡Claro, señor!" respondí con determinación.
Con cautela, comencé a relatarle a Zack mi increíble travesía, desde cómo llegué a este mundo, la intervención de la diosa, y las circunstancias que nos llevaron a encontrarnos en ese lugar.
**Yo:** "Y eso es exactamente lo que sucedió."
Zack parecía sorprendido y un poco más intrigado pero me dijo:
**Zack:** "Si hubieras titubeado o mostrado alguna señal de duda, no te creería. Pero al decirlo con tanta calma, parece que estás diciendo la verdad. De hecho, lo que me has contado es sumamente extraño. ¿Puedes ver un panel solo tú? Eso es realmente intrigante. Cuando te salvé, pensé que eras simplemente alguien común. Sin embargo, me pareció extraño que no hablaras mi idioma y que estuvieras solo en ese bosque. Decidí ayudarte un poco porque pensé que habías sido saqueado al cruzar por este reino. Pero cuando Ralp me contó lo que dijiste, mis sospechas se intensificaron."
**Yo:** "Ahora no sé qué será de mí. Estoy sin rumbo, sin dinero, y no tengo habilidades específicas para ganarme la vida."
**Zack:** "Mira, gasté monedas de oro en ti. ¿Qué te parece si te enseño un oficio y me pagas trabajando para mí?"
Una sonrisa de esperanza iluminó mi rostro al instante.
**Yo:** "¿De verdad, señor Zack? Eso sería increíble. Además, trabajar para usted me permitirá devolverle lo que gastó en mí."
**Zack:** "Está decidido entonces. Te ofreceré trabajo. Primero, vamos a la posada; te alquilaré una habitación."
Con una expresión de preocupación, repliqué:
**Yo:** "Pero, señor, no quiero que gaste más en mí. Puedo encontrar un lugar humilde donde pasar la noche."
Zack cambio la cara a disgustado y respondió:
**Zack:** "Si vives en condiciones precarias, ¿cómo podrás rendir en el trabajo? Te veo agotado. Debes aceptar. Algún día, podrás compensarme. Después de todo lo que has pasado, mereces comodidad, no un establo."
Conmovido por su generosidad, no pude contener las lágrimas al aceptar la suma de dinero que me ofrecía. Zack se acercó y me abrazó, intentando consolarme: "Tranquilo, chico. Todo saldrá bien. No llores." A pesar de sus palabras reconfortantes, las lágrimas seguían fluyendo.
Zack: "Vamos, chico, dirígete a la posada antes de que sea demasiado tarde. Además, tengo asuntos que atender mañana. Un general nunca descansa, especialmente en tiempos de guerra."
Asentí con gratitud y seguimos nuestro camino hacia la posada. Mientras caminábamos, pude notar la tranquilidad que envolvía el lugar. Al llegar, me impresionó la majestuosidad del edificio. Se trataba de la posada Thugoth, un establecimiento de lujo que prometía una estancia placentera. Al entrar, la recepcionista reconoció a Zack y lo saludó con respeto.
**Zack:** "Dame una habitación para el chico. Yo me encargaré del pago."
La recepcionista asintió y me entregó una llave con el número 89 B grabado en ella, indicando que mi habitación estaba en el segundo piso. Zack se despidió, indicándome que si necesitaba algo, lo encontraría en la habitación 07 A. Agradeciéndole, me dirigí hacia mi habitación, mientras él se encaminaba hacia la suya.
Subí las escaleras hacia el segundo piso, y mientras avanzaba por el pasillo, pude escuchar murmullos de una discusión entre lo que parecía ser una pareja. Opté por no prestarle demasiada atención y continué buscando mi habitación. Finalmente, después de unos momentos, di con la puerta marcada como 89 B, dispuesto a descansar tras un día tan agitado.
Mientras me acomodaba en la cama, la magnificencia de la habitación me envolvía. Cada detalle hablaba de lujo y comodidad, algo que superaba con creces lo que había conocido en mi mundo anterior, aunque con menos tecnología. El calor reconfortante del lugar me hizo sentir bienvenido y protegido.
Sin embargo, no podía evitar reflexionar sobre la generosidad y el sacrificio que Zack había mostrado al alojarme en un lugar como este. Mis pensamientos vagaban hacia el costo que esto representaba para él, recordando el precio que había visto en el muro de entrada. El collar mágico que Ralp me había vendido también había sido una inversión considerable.
*"Este lugar es un verdadero lujo, y Zack está invirtiendo mucho en mí,"* pensé. *"Deberé esforzarme al máximo para retribuirle y ayudarle en todo lo que pueda. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras él gasta tanto por mí. Tengo que demostrarle que su generosidad no ha sido en vano."* Con esa determinación en mente, cerré los ojos, dispuesto a descansar y prepararme para los desafíos que seguramente vendrían.
Con una mezcla de intriga y determinación, saqué el panel mágico que había adquirido y comencé a explorarlo meticulosamente. Cada sección parecía revelar una nueva capa de información y posibilidades. Me sumergí en los detalles, analizando las diferentes habilidades mágicas, físicas y mentales que podía mejorar.
*"Si voy a estar en este mundo, necesito ser lo más competente posible,"* pensé mientras desglosaba cada aspecto del panel. Las habilidades mágicas capturaron mi atención primero; evalué cuáles serían más útiles en mi situación actual y cómo podrían fortalecerse. Luego, me sumergí en las habilidades físicas, considerando qué capacidades podrían mejorar mi supervivencia y rendimiento en este nuevo entorno. Finalmente, dediqué tiempo a las habilidades mentales, pensando en cómo podrían ayudarme a adaptarme más rápidamente y tomar decisiones más informadas.
A medida que avanzaba, sentía cómo mi comprensión de este mundo y mis capacidades potenciales se ampliaban. La noche se desvanecía lentamente, pero mi determinación por dominar estas habilidades solo crecía. Sabía que este era solo el comienzo de mi viaje, y estaba decidido a aprovechar al máximo cada recurso que tenía a mi disposición.
Supongo que eran alrededor de las 4 de la madrugada y aún seguía explorando todo lo que el panel tenía para ofrecer. A las 4:20 de la madrugada, exhausto tras revisar casi todas las opciones, me acomodé en mi cama y cerré mis ojos, rendido por el agotador día, hasta que finalmente me quedé dormido.
Por la mañana, percibí golpes en la puerta. Aunque me sentía cansado por la falta de sueño la noche anterior, decidí averiguar quién era. Tenía una sospecha, y efectivamente, era el señor Zack. Había venido para instarme a tomar un baño. Aún adormilado, accedí.
Al salir de mi habitación en la posada, luego de una larga caminata por la posada cuando llegamos a los baños, observé que había tres baños: uno designado para mujeres y niñas, otro para hombres y niños, y un tercero mixto, aunque con restricciones de edad. Según el cartel, se consideraba niño a cualquier humano de 1 a 15 años, mientras que a partir de los 15 años se era considerado adulto.
El señor Zack me llevó al baño de hombres. Aunque yo inicialmente quería visitar el baño mixto por curiosidad, ya que nunca había visto a una mujer desnuda, comprendí la situación. Al adentrarnos en el pasillo del baño masculino, Zack se despojó de su ropa, mostrando un físico bien tonificado, mientras que yo me sentía menos seguro con mi propia apariencia. A pesar de mis inseguridades, Zack me alentó a quitarme la ropa y entrar al baño, que se asemejaba a una piscina de agua termal que había visto en animes.
Al entrar, varios hombres estaban ya en el baño. Algunos saludaron al señor Zack, mientras que otros simplemente me observaban. Ahí confirmé mis sospechas sobre su físico tonificado. Parecía que todos en ese lugar, que presumiblemente eran aventureros, tenían una complexión robusta. Eso me hizo sentir más inseguro respecto a mi propio cuerpo, pero decidí sumergirme en el agua termal.
Zack, al notar mi expresión, comentó con una sonrisa: "No te preocupes, con entrenamiento y experiencia, tu físico mejorará."
Aunque sus palabras me reconfortaron, surgieron dudas en mi mente. Si bien Zack había invertido en mí, sentía que había algo más detrás de su generosidad.
Decidí abordar el tema directamente: "señor Zack, ¿por qué me estás ayudando de esta manera?"
Él respondió: "Llámame Zack. Y pues...
Simplemente no puedo ignorar a alguien en apuros, especialmente cuando tengo los medios para ayudar.
¿Hay algo malo en eso?"
Intrigado, repliqué: "No es que desconfíe de ti, Zack, pero tantos favores hacia un desconocido como yo...
¿No hay algún motivo oculto?"
Zack esbozó una sonrisa aún más amplia y simplemente dijo:
Zack: Ángel, eres gracioso.
Se recostó más en el agua, relajándose.
En mi mente, reflexioné: "Quizá Zack tenga razón y simplemente ayude a quienes lo necesitan. Pero sigo pensando que si ese fuera el caso, se habría limitado a tramitar mi licencia de aventurero."
De repente, una serie de preguntas invadió mi mente: ¿Cómo se llamaba este reino? ¿Zack trabajaba aquí como un general? Él mencionó que un general nunca descansa, entonces, ¿por qué se estaba relajando? Estas cuestiones inundaron mis pensamientos, y no pude resistirme a hacerle preguntas a Zack.
Yo: Zack, si eres un general, ¿qué haces en esta ciudad?
Zack se acomodó y comenzó a hablar mientras se lavaba.
Zack: Este lugar ha sido menos afectado por el conflicto con nuestro reino vecino. Estoy de descanso; ha sido un año largo desde que comenzó la guerra.
Yo: guerra!?, dime mas Sobre todo.
Zack: bien te explicaré, recuerdo que no eres de este mundo y me olvidé de que no sabías esto. Pued Este reino se llama Yairol, uno de los más fuertes. El vecino en cuestión es Wird, y también posee una gran fuerza. Todo comenzó por una rivalidad sobre quién era el más poderoso. Hace dos años, los caballeros de Yairol derrotaron a un ejército de Wird que había ingresado a nuestro territorio sin permiso. Desde entonces, las tensiones han ido en aumento. El rey Werlord decidió entonces atacar nuestro reino, desencadenando esta guerra sin sentido. Aunque estoy aquí, no significa que tengamos la ventaja. Wird es un adversario formidable y las batallas se han mantenido equilibradas. Me dieron un par de días de descanso por mis servicios, y mañana regreso al frente. Te hospedaré en la posada y cubriré los gastos hasta que regrese. También he organizado algunas clases para ti en el gremio local para que puedas mejorar tu nivel y rango. Ah, y por cierto, dejé tu licencia en tu habitación.