Chicos y chicas — dijo el director, callar un momento, os presento a Daniela Anastasia Rinartti.
Todos callaron esperando el no se que, pero un hola chicos salió de muy adentro estoy súper cortada, no me gusta hablar en público.
Una chica del fondo que por lo que se ve debe ser la menos lista de la clase, así que soltó la primera tontería de la mañana.
— Profe si habla la chica guapa.
— Antonela por favor silencio.
Se levantó la que sería mi tutora, — un poco arrogante,
—dije en alto; otra chica me mira mi entrepierna, la mire y sin dudar le dije, si te gustan mis bragas te las dejo.
Me volvío a mirar y soltó esa perlita, — eres una idiota Daniela.
— Después de la presentación y una mañana muy tranquila llega mi primer descanso. Me dirijo al bar para tomar un café. Entre voces y gritos sonó mi nombre, me di la vuelta.
—¿Qué haces aquí Daniela?
— Adela estoy muy contenta por verte me sorprende coincidir aquí contigo.
—Daniela no sabía que fueras a venir a esta universidad — dijo mi amiga Adela, ella también estaba estudiando para fisioterapeuta.
— Ni yo sabía que estabas aquí Adela, jo tía cuánto me alegro.
—Sabes Daniela
— Si dime.
—¿Que estás mucho más buena?
—Jajaja no cambies tú siempre vas derecha a lo mismo. Adela, sabes que te aprecio pero ya no quiero nada contigo solo como amigas.
— Ah, yo pensaba que podíamos.
— No pienses tía, no quiero sufrir otra vez. Bueno luego hablamos tengo que hacer algo.
— Si Daniela, chao guapa.
— Chao cielo.
Me dirijo a dirección para poder hablar con el director. Llame a la puerta, — entre, contestó el director. — Hola Daniela, te surge alguna pregunta.
— No, quería comentar una duda y si se puede hacer algo.
— Cuentame Daniela.
— Pues mi tío Fabio murió, y yo tengo que encargarme de los asuntos de él. Quería saber si podía estudiar online desde casa.