Debía ser un error, ya que al parpadear lo vio callado al Archer de rojo, quién luego de respirar exclamó.
— ¡Caladbolg II!
Tal y como lo había visto en la batalla contra Berserker, un proyectil azul voló a altas velocidades, tal como una estrella fugaz que tenía la intención de eliminar lo que se cruzace en su camino.
Por lo que el portón de la supuesta base del Máster de Assassin fue desmantelada.
Pese a lo que ellos planeaban en primer lugar, el fuego causado por la explosión empezó a consumir el interior de la estructura.
Vio el fuego y sintió pavor.
Tal como en aquél entonces.
Algo que no estaba destinado a resultar de esa forma, conllevó a un fuego incinerador que todo se quiso llevar consigo.
—Mierda—Soltaron tanto él como Tohsaka, ignorando la repetición por parte del otro.
Y antes de que Tohsaka pudiera decirle algo, él ya se estaba dirigiendo hacia allá.
Él no quería matar a nadie.
Tampoco dejaría que nadie muriera.
Nunca, no mientras estuviera ahí.
—¡Emiya-kun!—Pude oír el reclamo de Tohsaka, pero me dio igual, incluso sí el fuego me trajera recuerdos del pasado yo seguiría entrando en el peligro.
¿Qué tipo de héroe puede matar con tal de salvar a otros?
No, un héroe debía salvarlos a todos.
Él se lo prometió a Kiritsugu.
Mientras corría, logró ver cuerpos destrozados, pero no parecían haber muerto por el fuego.
Es más, ninguno parecía haber sido quemado o dañado por el proyectil de Archer.
—Esto. . .
Esto debía ser obra del maestro de Assassin.
Siguió avanzando, hasta entrar a lo más profundo del santuario, a un lugar donde el fuego no había llegado ni llegaría nunca (debido a los materiales con los que estaba hecho).
—¿Qué.. qué sucedió aquí?
La primera cosa que veo es la sangre esparciendose por el suelo.
Una flor roja se abre en el centro del templo.
Hay un hombre tendido ahí.
Su pecho fue atravesado, ya que de ahí sale la sangre que tiñe el suelo.
La herida es fatal, y el hombre ha perdido suficiente sangre como para morir.
. . .Es un cadáver.
Conocía a este hombre, por supuesto que lo conocía, era alguien que creía que era un civil, estuvo equivocado, no debía haberse confiado en su intuición.
Parece que es el máster de Assassin, aunque también lo es de esta figura, ya que puedo ver y sentir la diferencia. Ella no es humana.
Es un servant que mira con la mirada baja, lleva una daga empapada de sangre, al igual que la mujer en sí.
Algo es muy claro, ella lo asesinó.
—¡. . .!
Un dolor recorre mí cabeza, acompañado de una sensación de aprensión.
No es que me asuste la escena.
Pero..
Esa daga..
Esa daga me da muy mala espina.
Miro a Archer al lado mío y él también lo siente, ya que aprieta sus puños ligeramente y su olor, el olor a metal oxidado, se vuelve más profundo.
—Caster.
Dice Tohsaka de manera acusativa.
Ya no quedaban más opciones, ella definitivamente era Caster.
Normalmente, sentiría la ira por ver muerto a alguien, pero.. incluso la victimaria se ve paralizada.
Cómo sí hubiera hecho algo irremediable de lo que se arrepiente.
Él recuerda a alguien con una mirada así..
Shinji casi mataba a alguien una vez hace tiempo, e incluso sí la situación era distinta, la mirada era la misma, de eso no tenía dudas.
Y al ver que Caster no responde, Archer intenta moverse, a lo que yo extiendo mí brazo para detenerlo.
—¡Detente!—Exclamo con mí brazo extendido, que es movido a un lado por la mano firme de Archer.
—¿Qué crees que haces?—Me pregunta el Servant de cabello blanco—. Es un enemigo, y ha matado a un inocente, ¿Qué acaso no quieres ser un héroe?
—Esa daga.. puede romper contratos, no tengo dudas de ello—Traté de detener a Archer, quién se limitó a oírme, mientras Tohsaka miraba fijamente a Caster—. Y también.. algo anda mal.
Hice alusión a lo obvia de la escena.
—Entonces.. ¿Ella mató a su propio Máster?—Pregunta Tohsaka, a lo que niego con la cabeza—. No lo sé.
Pero...
Una persona así..
Todos necesitan ayuda.
Incluso sí mató a Kuzuki-sensei.
Incluso si una parte de mí me grita diciéndome que debo matarla, que es una enemiga.
Algo dentro de mí me dice que actúe, que la salve.
Creo que no tiene sentido, pero, ¿Acaso algo en mí vida ha tenido un sentido?
Ya que. . .
¿Qué tipo de héroe sería sí solamente salvo a las personas pero no las ayudo?
—Déjame.. Déjamelo a mí—Dije mientras daba un paso adelante y la madera rechinaba. A mí lado, Tohsaka rápidamente replicó mis acciones—. ¿Qué crees que haces, Emiya-kun? ¡Sí ella te toca con su daga, tú contrato con Saber...!
Asentí, y tragué duro, dando otro paso hacia adelante.
—No importa. Ella.. algo no anda bien. Así que te lo pido por favor, Tohsaka—Mencioné haciendo alusión a la mirada pérdida de Caster—. Déjamelo a mí.
Avancé un paso más, pero Caster no reacciona, y al estar relativamente cerca decido hablarle.
—. . . Oye, ¿Te encuentras bien?
Caster se mantiene en trance, por lo que Shirou aprovecha para quitarle la daga de las manos, y la patea por el suelo a otro rincón.
— ¿Te llamas Caster, verdad?
Al oír su nombre tan cerca, el Servant parece reaccionar, y yo doy unos pasos hacia atrás con tal de mantenerme seguro.
— Máster de Saber, Archer y su Máster respectivamente.. no esperaba verlos aquí hoy—Habló aún metida en su propio mundo, antes de abrir los ojos de manera poco sorprendida—. Ya veo, han venido a acabar con nosotros.
Incluso sí quiere matarme, necesito saber qué sucedió.
Esto no es normal, tantos muertos por algo que podría ser solamente considerado como un monstruo.
—Caster.. ¿Qué pasó?
El servant mira a otro lado y responde mientras se mueve hasta el cadáver de Kuzuki-sensei.
—Yo.. yo no lo maté. Yo.. yo no podría.
Esas palabras parecen estar llenas de genuino dolor, pero no puedo confiarme, no de un Servant.
Aún así, quisiera creer en ella, tal como quiero creer en la bondad de Shinji.
— Entonces.. dime qué pasó, y veré cómo puedo ayudarte.
Caster se recostó contra la pared llena de sangre, haciendo un contraste con la apariencia actual del Servant.
—Souichirou-sama y yo estábamos charlando.. a él le gustaba hablar conmigo, pero esa cosa apareció—Dijo Caster poniendo una expresión de disgusto tan visible que incluso debajo de esa capucha podía vérsela—. Esa cosa mató a la mayoría de los monjes, puso en algo así como en coma a un par, incluso al joven que siempre hablaba con Souichirou-sama..
Él pone una mueca, ya que el único joven entre los monjes era su amigo Issei, y saber que este también había sido involucrado en la guerra le dio un mal sabor de boca.
Pero, siguió oyendo a Caster hablar, y detrás de él, pudo ver a Archer y Rin oír atentamente.
—Esa cosa rápidamente se apoderó del cuerpo de Souichirou-sama e intentó usarlo para matarme, pero. . .yo fui más rápida, y ahora aquí está.. este hombre, muriendo desangrado en el suelo.
Pronto, Caster rompió en un llanto desconsolado, nuevamente se formó una mueca en mí rostro.
No sabía qué hacer.
¿Debía dejarla romperse y aprovechar para tomar su vida? Después de todo esta mujer también era un Servant enemigo que pudo o no haber matado a varias personas.
Pero...
Con ese mismo criterio tendría que haber ido a matar a Rider aquella vez.
Y no lo hizo.
Él tomó la decisión que vio correcta, y en esta ocasión era...
—Todo.. todo va a estar bien.
Cuando Kiritsugu murió, Taiga fue la única que estuvo ahí para mí.
Así que sólo por esta vez, puse mis brazos alrededor del Servant.
Qué enemigo o no..
También era otra persona que podía ser salvada.
—¿Q-qué crees estás haciendo?—Me preguntaba Caster.
A lo que yo le respondí...
—Pudiste o no haber matado, pero..—Me detuve, sabiendo que lo que diría ahora podría cambiarlo todo—. Tú también mereces ser salvada. Así que puedes llorar en mí pecho, porque yo estaré aquí para tí.
Por un momento, cerré los ojos, quizás esto había sido una terrible idea y había conseguido que me mataran.
Pero los segundos pasaban, y sentí unas manos llegar hasta mí espalda mientras podía oír el llanto de Caster renaudar.
—Ya ya. . . todo, todo va a estar bien—Dije mientras le daba palmaditas en la espalda.
Después de un rato sentí como el Servant paraba su llanto, y miraba a otro lado, creo que está avergonzada, o eso parece.
Así que me levanté del suelo mientras me limpiaba con mis manos las rodillas, luego miré desde arriba a Caster quién conectó mí mirada con la suya.
—Creo que me voy a arrepentir de lo que estoy por hacer.
Dije mirando al techo, a lo que Tohsaka estuvo por decirme algo, pero fue mí mano extendida hacia Caster la que la detuvo.
—No tienes un lugar al cuál regresar, ¿Verdad? Entonces ven conmigo, te cuidaré hasta que estés salvada por completo.
Mi concepto de "salvación" se estaba extendiendo, yo mismo lo sabía.
No era el mismo que planteaban muchas otras personas.
Ni siquiera era al que se refería Archer.
No, este concepto es distinto.
Era ayudar a la persona hasta que él mismo pudiera decir que la había salvado.
Sí esa persona necesitaba ser salvada con un abrazo, entonces se lo daría, sí otra persona necesitaba una mano aliada, yo sería aquella mano.
Yo.. realmente quiero salvarlos a todos.
Y sí no he podido salvar a uno, salvaré a diez en su lugar para compensar esa vida perdida.
Por el momento sólo puedo salvar a esta mujer, asesina o no, también necesita ser salvada.
—Yo.. ni siquiera sé tú nombre, ¿Por qué debería ir contigo?
Oh, es cierto, ella sabe que soy un Máster, pero ni siquiera debe saber mí nombre.
Rascándome la nuca, no puedo hacer más que presentarme.
—Perdona, mí equivocación—Dije en primera instancia.
Bajo la luz de la luna que lentamente se acercaba a ellos.
Él pudo ver a una mujer que necesitaba ayuda.
Y él creía en sí mismo como la ayuda que esa mujer necesitaba.
Guardé mí otra mano en mí bolsillo, y dejé una extendida hacia Caster.
—Mí nombre es Shirou, Emiya Shirou. Y quiero poder ayudarte.
Fue así que después de unos segundos, Caster tomó mí mano con mucha delicadeza, por lo que cuando sentí su mano la levanté del suelo.
Desde Saber, jamás sentí algo igual, este sentimiento de atracción tan extraño.
Así que enfrente de otros, la dama aceptó mí mano.
—Emiya-kun. . .
Oh, no.
Giré mí cabeza y pude ver a Tohsaka suspirando de forma cansada.
—Dios, a veces eres un dolor en la cabeza.
Cerré mí boca y me rasqué la nuca nuevamente mientras miraba a otro lado.
—Bien bien, ya hablaremos de esto cuando ayudemos a Saber, qué sí te lo olvidaste, sigue peleando con Assassin.
Fue entonces que pregunté.
—¿No deberá haber desaparecido ya que.. bueno, ya sabes?—Traté de no ser demasiado directo para no afectar a Caster, quién simplemente siguió aferrada a mí mano.
—Creo que---
Entonces Caster habló, interrumpiendo a Tohsaka.
—Él no desaparecerá, ya que yo soy su verdadero máster, mí master en cambio sí que era Souichirou-sama. En cambio, deberemos ir con él sí es que no queremos que tú Servant salga herida—Cuando ella terminó de hablar, abrí los ojos y Archer dijo:
—Entonces rompiste la regla.. ¿Fue con esa daga?—Preguntó Archer, a lo que Caster asintió.
—Huh—Fue el único comentario de una Tohsaka claramente estresada.
Quizás debería hacerle un té cuando llegaramos a casa.
—Adelante entonces.
Dije mientras llevaba conmigo a Caster y con mí otra mano agarraba la daga del Servant femenino.
.
.
.
.
.
Luego de que hablaran unos momentos más, salieron del Templo Ryuudou y Tohsaka llamó al cura para que viniera a encargarse de las víctimas y los que habían sido puestos a dormir.
—¿Estás segura qué ellos estarán bien?—Pregunté a Tohsaka quién asintió y respondió—. Kotomine Kirei podrá ser muchas cosas, pero mayormente cumple con su deber como miembro de la iglesia de Fuyuki.
Entonces llegamos a la puerta del Templo, y vimos a Assassin mirando la noche mientras que Saber descansaba recostada en su espada con Invisible Air incrustada en el suelo.
—Yo le envié un mensaje mental a Assassin hace un rato, parece ser que le informó la situación a Saber y por eso se encuentran tan.. pacíficos—Dijo Caster, a lo que asentí y traté de soltar su mano, ya que puede que le pareciera incómoda.
Miré a la luna por una última vez, parecía que el día aún no terminaba, y la noche continuaba.
¿Podrían acaso vencer al resto de Servants y detener los asesinatos en Fuyuki?
No lo sabía con exactitud, pero así lo esperaba.