Still is
(First)
Cuando conseguí mí Walkman empecé a vestirme con el uniforme de Homuhara, ya que nuevamente debía ir temprano, era su deber como vice-capitán después de todo, así que mientras escucha música con su Walkman se organizaba correctamente y en tiempo récord.
—Bien, andando de una vez—Dije mientras otra pista se reproducía, bajando las escaleras y luego saliendo sin tener que ser interrumpido por el señor Matou o.. su hermana, o sobrina, era difícil definir su relación.
Caminando por las calles de Fuyuki, no me crucé a nadie, aunque eso tenía una razón para ser y esa era qué:
Era muy temprano, muy temprano, con decir que eran algo así de las 5:54 AM. Y en vez de preguntarme qué hacía Sakura despierta a esa hora (es mujer, eso responde todo) decidí seguir con mí camino.
Vi los diarios que tirados estaban en la calle y levanté uno de estos para ver el titular principal de este.
—A ver, esto dice.. «El contador de desapariciones continúa en Fuyuki, son 20 los desaparecidos».
Esta noticia ya no le parecía rara, los desaparecidos y asesinatos continuaban en crecimiento, parecía que la Iglesia hacía bien su trabajo en ocultar cualquier pista que pudiera llevar lo que sea que hacen los Magus y sus Servants con las personas.
Los Magus eran seres despreciables, utilizaban a todos como ratones de laboratorio y luego los descartaban como sí fuera papel de baño, eso era algo que le molestaba en exceso.
Incluso sí la familia que lo habían adoptado eran también Magus, yo no tengo miedo en decir que la Asociación de Magus es una mierda total, ya que regulan la preservación del secretismo pero no la justicia.
Ellos simplemente dicen a los magus algo como: "Hagan lo que quieran mientras no revelen que todos nosotros existimos".
Eso era algo imperdonable a sus ojos, ya que después de todo, yo tenía algo de humanidad también, y quién dice que estar tantos años junto al conserje falso, Emiya, no te afecta moralmente en algún sentido.
Así que mientras seguía pensando sobre los Magus avancé, dispuesto a llegar a la academia Homuhara a como diera lugar.
Por lo que al final de tanto caminar terminé llegando al portón de la academia, y vacío cómo esperaba fue que lo atravesó.
Y en vez de ir a la escuela a revisar sí había alguien, decidió ir a refinar sus habilidades en el club de Kyudo, aparte de abrir el mismo, ya que imagino que Ayako no está presente a esta hora.
Creo que Mitsuzuri debe seguir enojada luego de que echó a ese novato de primer año, pero yo había sido claro, el Kyudo era algo serio y podían salir heridos sí jugaban en vez de practicarlo, no había más que decir al respecto, incluso si ella no estaba de acuerdo a su forma de actuar, haría todo lo que pudiera hacer en mí alcance para que el Club fuera un lugar digno y no un nido de ratas.
Aunque ahora que lo pensaba, posiblemente Mitsuzuri diría que su enojo proviene del hecho de ser "rechazado" por Tohsaka ayer, pero no importa, seguiría avanzando sin tomar importancia de eso, incluso sí le molestaba que esas palabras vinieran específicamente de Mitsuzuri.
—Nada importa. Sólo puedo depender de mí mismo ahora, así nadie saldrá lastimado por estar cerca mío.
Susurró mirando el cielo por encima de su cabeza, este se encontraba más celeste que nunca antes.
—Ahora, hagamos esto.
Con esas cosas hechas se mantuvo en el Club de Kyudo por muchos minutos hasta que Mitsuzuri cayera en el club con tal de poner las cosas en "orden" como de costumbre, sólo que la costumbre ya había sido cambiada por su persona.
—Shinji.
Al escuchar su nombre de una voz femenina supo qué era Mitsuzuri, y sin voltearse preguntó.
—¿A qué se debe tú visita a estas horas, Mitsuzuri-san? Pensé que llegaría en unos 20 minutos más tarde. Pero bueno, supongo que deberé olvidar que yo abrí el Dojo y te dejaré "re-abrirlo".
Se mostró burlón con tal de ver la reacción de Mitsuzuri, quién puso una mueca y luego suspiró.
—Ya te dije que no me gusta esa expresión tuya, Shinji. Y no me llames por mí apellido, eres mí vice-capitán y yo tú capitana.
—No puedo llamarla de otra forma, Mitsuzuri-san, de última puedo llamarla Taicho, pero eso es lo máximo que podrá conseguir de mí.
Vi entonces como la chica de cabello marrón bufó y preguntó con una ceja levantada.
—Lo dice el mismo Shinji que utiliza sufijos cercanos con alguien como Tohsaka. No creas que no te he visto hablando de manera cercana a la «Señorita Perfección».
Oh, cierto que eso había sido ayer. Bueno, tampoco es que haya tanta "química" entre ambos, es más, Tohsaka debe odiarlo y él se lo ha ganado a pulso, sinceramente, poco le importa, sólo he molestado a Tohsaka por mero entretenimiento, nada más.
—No creo que haga falta explicar que no ocurre nada entre Tohsaka y yo. Aparte, ¿Usted acaso me ve cercano a la "Señorita Perfección"? ¿O es que.. está preocupada por mí? Wow, no conocía estos sentimientos suyos hacia mí persona, Taicho.
Cuando dije esas palabras, pude ver como los dedos de Mitsuzuri se pusieron rígidos como su cuerpo, y rápidamente un tono rojizo cubrió las mejillas de la capitana, a lo que rápidamente se dio la vuelta.
—¡N-no es así! Por mí puedes desaparecer de este mundo y me daría igual, pero me parece molesto que hagas insinuaciones como esas cuándo te estoy hablando de algo completamente distinto. Ahora responde Shinji, ¿Estabas o no hablando...? ¡Shinji! ¡Ni se te ocurra usar tú Walk-! ¡¡Shinji!!--
Ahora ya ni puedo escuchar lo que dice Ayako, ya que procedí a ponerme los auriculares y a escuchar música mientras disparaba una flecha de mí directo en una diana, a la cual casi acierto en el blanco.
—. . .Idiota. . . Grandisimo tonto. . .
Son las únicas palabras que llegan a mis oídos a través de los alaridos de su capitana, a quién decidí ignorar ya que no tenía ganas de que esta descubriera que molestaba a Tohsaka apropósito.
Sí se preguntan qué pasó con los Command Seals, simple, están tapados con vendas e unos guantes que se encuentran encima de mis manos ahora mismo, planeo mantener el vendaje lo máximo posible y que se mantenga como algo de lo que todos puedan ser indiferentes.
Aunque no es que haya alguien escuchándome, de todas formas sirve el repetirme las cosas a mí mismo en algún sentido.
-------Cuando el tiempo pasó, segundos, minutos y horas, cuando todos ellos pasaron de largo, la noche por fin estaba llegando a su punto más alto.
—Parece que nada sucederá hoy, eso es algo que me alivia.
Me digo a mí mismo, ya que nada raro ha sucedido, ni siquiera Rider ha identificado a algún enemigo o algo del estilo, por lo que puede considerarse realizando por el día de hoy.
—Mitsuzuri, yo cerraré el Club por hoy, tú ve a casa.
Era la noche, pero ambos, tanto Mitsuzuri como yo nos habíamos acostumbrado a ignorar cosas como el Toque de queda, simplemente para seguir entrenando.
—Eso debería decirte yo a tí, Shinji. Yo soy la capitana aquí. Y ya te dije que no me llames Mitsuzuri sin usar sufijos.
Poco me importa el rango, después de todo nuestra relación siempre ha sido de iguales, así que no planeaba cambiar eso ahora.
—Me niego, incluso si usted Taicho, de todas las personas, me lo pide, me temo que seguiré ignorando dichas palabras, así que será mejor que vayas yendo, yo me encargo de cerrar el Club.
Luego de tener que convencerla por un rato largo fue que la chica que tenía por capitana se despidió, y al final decidí dar a conocer algo.
—Sal de ahí, Rider. Sé que estás aquí conmigo.
El servant entonces hizo acto de aparición sin decir nada, aunque aún no sé que está haciendo aquí en vez de proteger a Sakura.
—Ahora.. dime. ¿Qué haces aquí y por qué no estas siguiendo de cerca de Sakura?
Viendo que no iba a recibir una respuesta estando de espaldas fue que se dio la vuelta y vio a Rider con una rodilla hincada en el suelo.
—Lo repetiré una vez más. ¿Qué haces aquí?
Fue entonces que ahí justamente obtuve una respuesta del que se suponía que era el Servant Rider.
—Usted también es mí Master, así que con el permiso de su hermana empecé a protegerlo.
Por un momento, cerré uno de mis puños, no molesté con ella ni con Sakura, sí no conmigo mismo, ya que mis pensamientos innatos no paraban de ser perversos, imaginando escenarios en donde realizaba actos poco agradables contra Rider, cosas que nunca podría aceptar y cosas que debía encerrar en lo más profundo de su ser.
Pero por otro lado, no podía dejar a Rider alejada de sí por siempre, pronto, ella empezaría a hacer preguntas de más y eso simplemente la mantendría muy cerca suyo, ya en ese punto no podría resistir lo suficiente.
Así que para poder socavar lo que había dentro de si mismo, ignorando el temblor en sus manos fue a buscar en su mochila su Walkman, pero antes de hacerlo fue Rider quién se lo dio antes de que él pudiera buscarlo en primer lugar.
—. . .Buen trabajo, Rider.
Esas fueron las únicas palabras que Rider podría recibir de su parte, ya le era difícil ser de esta forma por lo que esto era lo máximo que podría conseguir.
—Empezaré a guardar las cosas, revisa los alrededores mientras lo hago, o haz lo que te plazca, no me interesa.
Fue así que empezó a guardar las cosas ignorando la presencia de Rider, quién tomó su forma espiritual y así le hizo el favor de desaparecer de su vista.
Finalmente, cuando terminó de guardar todo fue que salió con sus cosas cómo también con su vestimenta normal que había guardado anteriormente, y así fue como cerró la puerta con llave detrás suyo.
—Andando, Rider—Pensó mientras podía oír un "Hmm" afirmativo al lado de su oído pero sin sentir a nadie ahí, por lo que luego de esta confirmación procedí a caminar.
Y nuevamente pude leer un periódico tirado, ya que parece que a algunos japoneses poco les importaba el medio ambiente.
—¿. . .Otro asesinato más?
No sabía qué decir, arrugó el periódico con sus manos, su molestia se acrecentaba con cada palabra cuando lo leía otra y otra vez.
—Rider, ¿Tú serias capaz de matar personas sólo para asegurar tú victoria?
Esperó una respuesta, la cuál pronto llegó en forma de Rider hablando.
—Las vidas humanas no son mí prioridad. Solamente me importa seguir las órdenes de mí maestro. Y sí alguno de ustedes me ordenase el usar a humanos como carnada para luego matarlos, lo haría sin titubear.
Cierto.. los Servants no son más que herramientas para los masters en la búsqueda del Grial.
Algo así no debería sorprenderlo, después de todo, ya habían pasado cuatro ediciones en dónde posiblemente muchas personas habrán muerto por hechiceros como los que están ahora.
—Rider, no veo necesario el uso de carnada, así que no matarás hasta que te lo diga. Después de todo, no puedo simplemente ir matando personas así como así.. soy mejor que eso.
Debido a su conexión singular, Rider no podía leer las mentes de sus maestros, pero sí sus emociones según lo que había leído en el libro.
—De acuerdo Máster, seguiré sus palabras mientras sea su Servant.
Fue así que decidió no hablarle más a Rider, no porque la odiara, sí no porque eso eran ellos dos, Máster y Servant, por lo que fuera de eso no sentía la necesidad de crear un vínculo de amistad o similar, después de todo, yo no era Sakura, no me era tan fácil el relacionarme con los demás y tampoco es como sí lo prefiriera.
—Máster.. ¿Cuál es su deseo para el Santo Grial?
Por un momento, me detuve a observar el cielo nocturno, y respondí mentalmente a la pregunta del Servant.
—Es algo que vengo pensando hace mucho tiempo.. creo qué..
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«Te encargo a tú--»
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—Sí yo pudiera utilizar el Grial..
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«Porque eso es lo que hace un hombre--»
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—Sería.. millonario, o algo así. No lo sé realmente.
Mintió abiertamente luego de pensarlo bien, después de estas palabras siguió caminando, ignorando las palabras que le hacían doler la cabeza, sintiéndose molesto consigo mismo por su respuesta, pero sabiendo que era lo correcto.
Cuándo respondí estas palabras procedí a ponerme a escuchar música, negando todo tipo de interacciones extra con Rider, ya que si esto seguía así podía terminar con otro ataque.
Por lo que así terminaba otro día más, viajando hacia su hogar escuchando música con su querido Walkman, llegando un rato después a la residencia Matou en dónde simplemente vería a Rider viajar hacia la habitación de Sakura, cosa que ignoró por completo y siguió avanzando hasta su propia habitación.
—Otro día más, las muertes siguen pero no pienso hacer nada, incluso sí algo dentro de mí, como una parte olvidada, me odia por ello. Al final.. no puedo ser como tú. . . Tío Kariya.