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Chapter 152 - Edward Anemoi (Greyrat) Asura

Pasaron unos meses desde el cumpleaños de Norm y Aisha, y pronto sería mi graduación. Mi tesis está lista y trata sobre la enseñanza de hechizos sin recitar. De hecho, tengo claros ejemplos, como Silphy, Eris, July y Lucy, así que voy bien con eso. Aunque Jinas ya se disculpó de antemano, ya que no seré elegido como el mejor alumno de mi generación, a pesar de ser santo en todas las escuelas de ataque y emperador en agua. Solo fallé en exorcismo, que no tengo idea de cómo funciona y debo recitar los hechizos.

El subdirector Jinas, al parecer discutió en el consejo para que me nombraran mejor estudiante de mi generación alegando sobre mis poderes y mi influencia , según lo que me contó Roxy. Pero los sostenedores, que son nobles de los reinos mágicos, como siempre quieren a un noble como alumno de la generación. Francamente, me importa siete años luz de verga ese reconocimiento. De todos modos, ya soy rango B en el gremio mágico.

También pronto se viene el cumpleaños número 5 de Lucy, y papá ya está haciendo planes. De hecho, iremos a Asura para hacerle una espada. Iré con Eris, Silphy y Paul . Papá y Eris están discutiendo qué espada le van a comprar a Lucy, mientras que con Silphy y Nana le vamos a regalar ropa. Como Roxy es su maestra en magia, ella le regalará su primera varita y mi hermanas y madres no se que le daran.

Hablando de Nana, hace poco íbamos a enviar un gato a la tierra , pero Eris se lo robó y no quiso devolverlo. Así que mandamos un murciélago; obviamente lo mandé sano y desintoxicado, no quiero provocar una pandemia 😏.

Nana ahora quiere invocar un animal de nuestro mundo; ese será el próximo experimento.

La armadura dorada está lista. Cuando la probamos, Orsted quedó impresionado, aunque Nana me dijo que me veía ridículo y parecía uno de esos idiotas que hacen cosplay. Pero no es así. Es una armadura real, ligera y con un tejido de kevlar interior que hace que se ponga sola, la verdad me veo imponente en ella, Orsted dijo que si me ven con eso puesto pensaran que soy el dios de la lucha, aunque mi armadura no tiene tanto poder, es más poderosa que la Mark I, pero no tanto como lo será la Mark III qué está fabricando Zanoba y Roxy.

Silphy la encontró aterradora, lo mismo que Roxy, ya que el casco tiene dos caras a ambos lados y unas gafas integradas que ocultan mis ojos, tal como la sombra que ocultaba los ojos en la armadura de Géminis. Eris, por otro lado estaba muy emocionada cuando me vio en ella; por alguna razón, cuando me quité el casco, corrió hacia mí y me besó apasionadamente, y esa noche me violó hasta el amanecer, a ella realmente la prende cuando le fue cuento historias de mi mundo, y verme en esta cosa le hizo alborotar las hormonas. Por cierto, esa armadura estará sobre un círculo mágico para invocarla con un pergamino, todo esto gracias a las clases con Perugius, lo mismo que la Mark I, el Mjolnir y la espada Hornet que le arrebate a Darkbird, pero esa espada solo será por emergencia si es que pierdo mis espadas por alguna razon.

La armadura de papá también la estamos refaccionando para que se coloque por sí sola en su cuerpo. Mientras estábamos en eso, llegó una noticia desde Asura: Tristina había dado a luz. Silphy rápidamente organizó un viaje, y esos días me obligó a acompañarla y comprar muchos regalos para el bebé, y así como así con Silphy, partimos a Ars a conocer al nuevo miembro de la familia Notos.

Mientras ya estábamos en un carruaje lleno de regalos, le Hable:

—Oye, Silphy, ¿por qué me obligaste a venir? Tenía cosas que hacer.

—¿Hacer qué, Rudy? ¿Seguir jugando a los Caballeros del Zodiaco? Creo que hiciste esa aterradora armadura solo para complacer tus absurdas fantasías de la niñez de tu vida anterior.

—Claro que no, y por cierto no te contaré nada más de mi niñez en la otra vida , y esa cosa como la llamas me permitirá enfrentarme a seres muy poderosos.

—Pffff, ¿para qué? Ya eres emperador del norte, no hay mucha gente que venga por ti a estas alturas.

—Esto lo hago por ti y nuestra familia; el hombre-dios trató de matarlas. ¿Lo olvidas?

—No, pero ¿qué tiene que ver con esto? Solo hemos venido a saludar a Luke y Tris , tú eres su primo, ademas el es de mis mejores amigos, fuimos camaradas por años .

—Casi lo maté tres veces y estuve a punto en Donati.

—Él ha cambiado y te aprecia, se alejó de su hermano y de Philemon, siempre pasa más tiempo contigo cuando vienes a Ars.

—Bien, bien, espero que le gusten los regalos —dije mientras bajábamos del carruaje frente a la mansión Notos.

Cuando llegamos, nos hicieron pasar de inmediato, donde nos recibió Luke. Tristina dio a luz cinco días atrás y ya estaba de pie; nos presentó a su primer hijo, Armand Notos Greyrat.

—Vaya, es igual a ti, Luke —le dije.

—Sí, bueno, soy el padre.

—Papá dice que tú te pareces al abuelo Amarant, salvo que no tienes bigote , y nosotros a la abuela Valentina, bueno salvo porque, ya sabes tenemos palanca.

—Bueno, sí, recuerdo poco al abuelo; murió cuando tenía 4 años.

—¿Y tú cómo te sientes, Tris? —preguntó Silphy.

—Muy bien, fue doloroso el parto, pero ya me siento mejor.

—Te felicito, Tris. Les trajimos varias cosas, espero que les gusten.

—Oh, están hermosos, gracias —dijo Tris.

Por cierto ayer vino su majestad; ya tiene 7 meses, su panza está enorme.

—¿7 meses? ¿No debería tener 6? —pregunté.

—Oh, cierto, solo son 6, disculpa, he perdido la noción del tiempo —dijo Tris, algo nerviosa.

—¿No van a ir a visitarla? —preguntó Luke.

—Oh, no creo —dije—, estoy ocupado en mi tesis. Pasaré en unos meses cuando venga a comprar regalos para Lucy, por su quinto cumpleaños. Papá y Eris aún discuten qué espada regalarle.

—Oh, ya veo —dijo Luke—. Disculpen, olvidé algo; vengo enseguida —dijo, mientras salía. Ordenó que nos dieran té y bocadillos. Estábamos charlando animadente con Tris mientras tomábamos a Armand en brazos, cuando de pronto sentimos que varios carros paraban fuera de la mansión, parecía una comitiva.

Mientras bebíamos el té, de pronto entró Luke.

—¿Qué pasó, primo? ¿Estás bien?, le. Pregunte.

—Sí, perdona la tardanza. Dejé, eeeee, mi espada en el palacio de plata y "casualmente" su majestad estaba ahí. Le dije que estaban ustedes de visita por unas horas y quiso venir a saludarlos.

"Maldito idiota" , le dije mentalmente. "Fuiste con el chisme" . Por la cara que puso Luke al mirarme, creo que se dio cuenta de lo que le decía con mi mirada. Justo detrás de él, con una gran panza, apareció Ariel, escoltada por Ghislaine, y el tipo en armadura dorada que solo mostraba sus ojos rojos tras el casco, el mismo de la vez anterior. Su aura no era agresiva; tenía la impresión de que bajo esa máscara había un chico joven, además venían Kleene y Elmore.

—Ya se iban sin siquiera saludar, nos dijo Ariel.

—No es eso, majestad. Veníamos solo por algunas horas. Planeaba venir a visitarte en un par de meses —dijo Silphy, haciendo una reverencia.

—¿Y tú? ¿No pensabas en pasar a saludarme y a tu futuro ahijado? —dijo Ariel.

—Lo siento, majestad.

"No te preocupes", dijo, sentándose a mi lado mientras tomaba un bocadillo. —Ufff, esto de estar embarazada es cansador; me duele la espalda, debo ir al baño a cada rato, mis tetas están botando líquido, el bebé me patea y, además, se me acabó el chocolate.

—Te traeré cuando venga en unos meses —le dije.

—Oh, gracias, Rudy. Mira, tócame la panza; el bebé se mueve.

Efectivamente, Edward patea muy fuerte.

—Tú también, tócame la panza, Silphy.

—Vaya, majestad, será un bebé fuerte.

—Así es será como su padre , espero que lo entrenes, Rudy.

—¿Y por qué yo?

—Porque eres su padrino; técnicamente serás como su padre.

¿Y qué han estado haciendo, chicos?

—Bueno, primero que nada, Aisha y Norm estaban felices con tu regalo —le dije—, y bueno, he estado trabajando con Orsted, la compañía de mercenarios, las armaduras y muchas cosas más.

—Sí —dijo Silphy—, Rudy fabricó una armadura dorada aterradora. Se ha llevado estos últimos dos meses solo en eso, parecia un niño con juguete nuevo cuando la uso por primera vez.

—Ya veo. ¿Por qué no se quedan esta noche aquí, en mi mansión privada?

—Lo siento, Ariel, debemos regresar hoy. Con Nana estamos haciendo experimentos y me graduo en poco más de 2 meses. Además, estoy entrenando con Orsted.

—Ya llevas años entrenando y aún eres rey del cauce; creo que te has estancado, Rudy, dijo Ariel.

—Oye, no es tan fácil. Además, ya llegué a lo máximo que podía llegar en Dios del Norte; ya no hay más ahí para mí, solo perfeccionarme. Le he preguntado a Orsted dónde encontrar a Kalman II para preguntarle si puede entrenarme, pero Orsted dice que siempre se mueve por el mundo y la única nica vez que lo vio Kalman no le dijo nada y se fue, ademas dijo que se comporta como un niño, y siempre le gusta hacer apariciones dramaticas.

—Ya veo, tal vez esté más cerca de lo que piensas. Jejejejeje.

—Si, hubiese sido entretenido conocerlo y no a su aterradora madre. Dios aun tengo pesadillas con Atoferatofe y risa

Wuajajajaja, rió de pronto el caballero en armadura dorada, provocando que todos lo miráramos.

—Sí, así mismo era su risa, dije.¿ Ese caballero no es, Atofe cierto?

—Claro que no, él es...

Pero el caballero hizo un gesto y Ariel asintió con la cabeza.

—Mmmmm, pronto lo vas a conocer. Solo diré que él es admirador de tus libros y tus historias.

Cuando miré al tipo, inclinó su cabeza hacia mí y yo hice lo mismo (ya me entró la curiosidad).

—Bien, le traeré un ejemplar de nuestro tercer libro de regalo cuando lo terminemos, dije.

—Oh, ¿en serio son nuevas historias de terror?.

—No, son historias de fantasía y aventuras, historias que creamos como "eee", "Terminator", "Depredador","Alien" etcétera.

—"Claro, que tú creaste ", me dijo Ariel, cerrándome un ojo, como si supiera que las plagié de mi mundo anterior.

Por cierto, ¿sobre qué es tu tesis, Rudy?

—Sobre hechizos silenciosos.

—Vaya, nada mal. Espero que mandes una copia. El próximo año se inaugura la Universidad Nacional de Asura; podrías dar clases de vez en cuando.

—Lo siento, estoy muy ocupado, y si fuera por eso, prefiero hacerlo en Ranoa.

—Mmmmm, podrían enviar a sus hijos a estudiar aquí.

—No —dijo Silphy—, los quiero cerca.

—¿Y qué tal si estudian en Ranoa y luego dos años más en Asura? Cuando inaugure la universidad, haré un tratado con la universidad de Ranoa para la validación de estudios. Así estudian 4 años en Ranoa y 3 años en Asura, ¿qué les parece?

—Bueno, no es una mala idea, pero a Lucy le faltan más de 2 años para entrar y Lara y Ars aún son pequeños. Dijo Silphy

—Ya veo, pero en serio quiero que mantengamos el contacto estrecho —insistió Ariel—. De hecho, quiero enviar a mi hijo o hija a Ranoa un tiempo, para que forme carácter. Podría visitarlos en los días libres.

—Por mí no hay problema, majestad —dijo Silphy con una sonrisa.

—Bueno, el chico será un príncipe, no sé si le guste vivir en mi casa, le dije.

—No te preocupes, lo criaré con valores y también tú, como padrino, debes enseñarle —me dijo sonriendo.

—Bueno, supongo —dije.

Seguimos hablando amenamente con Ariel, Luke, Tris y los demás, pero regresamos al anochecer, aunque Ariel me hizo prometer que los visitaría nuevamente antes de que nazca el bebé. También me despedí de Ghislaine, que le mandaba saludos a Eris. Cuando le pregunté si le mandaba saludos a Paul, solo me sonrió y negó con la cabeza mientras agitaba la cola. Ella lo niega, pero sé que en el fondo aún quiere al viejo.

Los meses siguieron igual: algunas misiones, entrenamiento con papá y Eris, disfrutando mis últimos días en la universidad, preparando una fiesta por mi graduación, planeando el cumpleaños de Lucy, enviando animales al otro mundo con Nana e invocando algunas cosas. Pasaron unos meses así; estaba planeando ir a Ars a dejarle chocolates a Ariel y a verla, como le prometimos. Cuando un día, mientras Roxy y Eris estaban dando clases en la universidad y Silphy estaba con los niños en casa de papá, yo estaba en una reunión con Orsted, llegó un mensaje urgente de Ars.

La Reina Ariel entró en labor de parto prematuro, tiene complicaciones, se pide la ayuda urgente de Rudeus Greyrat como sanador.

Cuando leí ese mensaje, me puse pálido.

—Mierda, solo tiene 8 meses, esto es un problema, podría morir —dije.

Rápidamente le dejé dicho a Faria que le informara a mis esposas apenas llegaran y me marché lo más rápido que pude.

Orsted solo lo quedó viendo, sonrió y movió la cabeza.

Una vez llegué a Ars, fuera de casa me esperaba Kleene con un carruaje. Apenas subí, ella me pasó un anillo.

—¿Y esto? —pregunté.

—Eres Dios en curación, ¿qué crees que van a pensar los doctores si te ven hacer un hechizo santo, si es que se necesita? Muchos son de la fe de Milis, así que les dijimos que traeríamos un curador santo de Milis, así que ponte el anillo.

—Bien —dije, poniéndome la cosa y adoptando la forma de un tipo de unos 50 años. Apenas llegamos al palacio de plata, Kleene me hizo pasar rápidamente entre los guardias llegamos a la recámara donde Ariel aún estaba en labor de parto.

—Majestad, hemos traído al curador de Milis —dijo Kleene. Cuando Ariel me miró, abrió los ojos y luego sonrió, pero se notaba el dolor en su rostro.

—¿Doctor, ella está bien? —pregunté.

—Oh, así es, tranquilo, eminencia , solo apliqué su magia para aminorar el dolor.

—Pero se me informó que el parto tenía complicaciones.

—¿Complicaciones? —dijo el doctor confundido, recibiendo un codazo de Elmore, que estaba ahí—Ooooh, cierto, complicaciones. Pues sí, pero logramos estabilizarla; además, el bebé nacerá prematuro.

—Y eso es un problema, deberemos tener cuidado —le dije.

—Eeee, eh, sí, no se preocupe, el bebé será fuerte.

—¿Y cómo sabe eso si aún no nace?

—A ver, a ver, ¿quién es el doctor? —me dijo molesto el tipo.

—Lo siento, solo me preocupa un bebé prematuro —le dije.

—Sí, tranquilo, no pasará nada —me dijo confiado.

—Ariel, quiero decir, su majestad, ¿se encuentra bien?, le dije en su oído mientras tomaba su mano

—Sí, Rudy, quiero decir, sacerdote de Milis, pero me duele, ¡AAAAAH! Me duele, te odio, te odio , Rudeus Greyrat, esto es tu culpa.

—Oye, oye, ¿por qué dices que me odias y que es mi culpa? , vine lo más rápido que pude, le dije susurrandonle al oido

—Lo siento, Rudy, es que me duele mucho. AAAAAAH, ¡DESGRACIADO!

—Puje, majestad, puedo ver la cabeza —decía el médico, mientras yo le lanzaba magia de curación para que no le doliera tanto.

—AAAAAAH, ¡VAS A PAGAR POR ESTO, RUDY! —gritaba Ariel mientras pujaba y apretaba mi mano tan fuerte que sentí que me rompía unos dedos.

—Deja de decir eso, majestad —le dije al oído—. Esto no es gracioso, Ariel, solo vas a aumentar el rumor.

—¿DE QUÉ RUMOR HABLAS, IDIOTA? ¡AAAAAAH, DUELE! .

—Puje una última vez, majestad, ya casi sale —dijo el médico.

—Vamos, Ariel, ya casi —le dije mientras le lanzaba curación nuevamente.

—Vamos, majestad, ya casi —le decía el médico.

—RUDY, ¡NO SOPORTO EL DOLOR!

—Deja de decirme Rudy, vamos, ya queda poco.

De pronto, se escuchó un llanto seco y todo quedó en silencio, salvo el llanto del bebé.

—¿Rudy?????

—Felicidades, alteza, es un varón —dijo el médico, que le pasó el bebé a una enfermera que lo limpió y lo envolvió en una manta hecha de finas telas, y se lo pasó a Ariel.

Cuando iba a mirarlo rápidamente, Kleene me tomó de la manga y me sacó de ahí.

—Muchas gracias por su ayuda eminencia . Aquí tiene —dijo, pasándome una moneda de oro—. Y me sacó de la habitación. Fuera de ella, había algunos guardias, pero no estaba Ghislaine ni el tipo de ojos rojos. Kleene me llevó a una sala donde no había nadie.

—Hey, ¿por qué me sacaste?, le. Dije quitándome el anillo volviendo a mi forma normal.

—Lo siento, Rudeus, deben limpiar a su majestad y no es algo que la reina quiera que veas. Quédate aquí.

—No te preocupes, regresaré a Sharia.

—¡QUÉ TE QUEDES! Podríamos necesitarte en la noche, podría haber una complicación. Quédate aquí, regreso de inmediato.

Pffff, está bien —dije mientras me tiraba en un sillón.

Rápidamente, Kleene regresó donde Ariel.

—¿Dónde está Rudy?

—Lo siento, majestad, lo saqué cuando iba a mirar al príncipe.

—Oh, no te preocupes, es rubio y tiene ojos azules, se parece a mí.

—Oh, en ese caso, lo haré venir.

—Sí, por favor, y déjenos solos a los tres —ordenó Ariel.

Kleene rápidamente fue por Rudeus y lo llevó de regreso al aposento real.

—¿Para dónde vamos, Kleene?

—Es un pasadizo secreto que lleva a los aposentos de su majestad.

—¿No podíamos ir por donde siempre? .

—Ya cállate y sígueme, me dijo. Finalmente, tras una pared, aparecimos en la habitación de Ariel, que estaba ahí sola, amamantando al príncipe.

—Déjanos solos, Kleene, ordenó la reina .

—Claro, su majestad, dijo Kleene, saliendo de la habitación.

—Ven, Rudy, quiero que conozcas a... mi hijo, Edward Anemoi Asura.

Me acerqué a ella y lo miré. Se parece a Ariel a primera vista; es rubio y sus ojos son azules como los de su madre.

—Siéntate a mi lado, Rudy, dijo Ariel, que tenía un rostro cansado pero feliz a la vez.

—Felicitaciones, Ariel, es un lindo niño.

—Sí, que lo es, es nuest... mi hijo después de todo. ¿Quieres sostenerlo? .

—No sé si pueda, está alimentadonse .

¡No seas tonto! —me dijo, destetándolo y poniéndolo en mis brazos. Edward me miró con sus hermosos ojos azules; por alguna extraña razón, me recordó a Lara, ya que no lloró cuando lo tomé y me quedó mirando.

—Hola, seré tu padrino —le dije, sonriéndole.

Por alguna razón, se me apretó el corazón cuando lo vi, y de pronto tenía los ojos llorosos.

—¿Estás bien, Rudy?

—Sí, lo siento, siempre me pasa esto cuando estoy en un parto.

—Júrame que cuidarás de él cuando te necesite —me dijo Ariel.

Miré al niño a los ojos y se lo prometí.

—Tranquilo, Edward, siempre que necesites algo, estaré ahí para ti. Vaya, tiene un lunar —dije.

—¿Dónde? —dijo Ariel, que se puso pálida de pronto.

—Mira, aquí, detrás de su oreja, ¿ves?

—Sí, eeeh, ahora que lo recuerdo, papá tenía esa marca, jeje.

—Debes ser un buen niño, Edward, no hagas pasar rabias a tu mami, ¿entiendes? —le decía mientras el bebé me miraba.

Cuando lo acaricié y lo hacer qué para besarle la frente, el me toco el pecho y al no sentir nada , empezó a hacer pucheros.

—Creo que tiene hambre —le dije.

—Oh, está bien —dijo Ariel mientras se sacaba una teta y Edward se alimentaba furiosamente.

—Me recordó a Ars.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿En serio? Preguntó Ariel, algo sobresaltada.

—Sí, cuando Ars me toca el pecho, rompe en llanto; solo le gusta estar en brazos de mujeres. Jejejejeje. Claro que Edward no gritó como Ars, y su mirada me recuerda a Lara.

—Qué coincidencia —decía Ariel mientras miraba a un lado.

—Creo que debo regresar.

—Espera, quédate esta noche conmigo.

—¿Qué? Pero...

—Por favor, me siento sola. Quédate esta noche conmigo y mi niño.

—Está bien, pero debo regresar; me graduo en dos semanas.

—Lo sé, amor. Ven, acuéstate a mi lado.

—Bien —dije, tirándome sobre la cama, vestido arriba de los cobertores, mientras acariciaba el cabello de Ariel.

—Estoy muy feliz, Rudy.

—Claro que sí, es un bebé hermoso.

—Dile a Silphy que venga a verme.

—Lo hará; de hecho, tal vez ya viene para acá. Cuando mandaste el mensaje, no había nadie en mi casa, así que vine solo.

—Ya veo, creo que se durmió —dijo Ariel, quitándole la teta al príncipe.

Mira qué lindo es dormido.

—Si se ve calmado, creo que sacó tu semblante, le dije.

—Jejeje, gracias, Rudy, dijo y me dio un beso.

—¿Por qué me agradeces?

—Por venir a ayudarme tan rápido.

—Bueno, es normal; el bebé nació prematuro.A todo esto, se ve muy sano para nacer solo con 8 meses.

—Siiii, eeeeeee, este... bueno, es un niño fuerte.

—Sí, supongo que sí (bueno, eso creo; no era médico, no sabría decirlo).

—¿Puedes abrazarme, Rudy? .

—Claro, dije, pasando un brazo por sus hombros, mientras ella sostenía al bebé.

—Es increíble cómo pasan las cosas, me dijo de pronto Ariel.

—¿A qué te refieres? .

—Cuando tenía 10 años, Derrick me habló de un mago espadachín que tenían los Boreas y que te reclutara, y le dije que no importaba, que con él y Luke estaría a salvo. Cuando cumplí 12, insistió en reclutarte, pero yo solo me reí de él. Y ahora, mírame ahora, con mi bebé en brazos y tú protegiéndome; si tan solo Derrick pudiera vernos, jajajaja.

—¿porque Nunca me hablaste de eso? .

—Es porque fue el peor error de mi vida; debí escucharlo.

—¿A qué te refieres? .

—Debí haber mandado a reclutarte y nos hubiésemos conocido de niños, y tal vez hubiésemos terminado juntos.

—No lo creo, dije. Orsted me habló de los destinos fuertes, lo mismo el hombre-dios, y siempre mi destino se cruzaba inevitablemente con Roxy; por eso el hombre-dios trató de matarla.

—Sí, lo sé, pero ella habría sido tu segunda esposa. Lo que me refiero es que yo sería tu esposa oficial y este bebé... mmmmmm.

—No pienses en ello, Ariel . Tú me dijiste que es la vida que nos tocó, ¿cierto? .

—Así es, pero aún así me arrepiento.

—Oh vamos, todo terminó bien. Eres la reina y tienes un bello hijo; todo saldrá bien, Ariel.

—Sí, tienes razón. Dios, estoy cansada, voy a dormir.

—Duerme, yo los cuidaré toda la noche.

Gracias, mi amor, dijo, besándome, y se durmió con su cabeza apoyada en mi hombro mientras yo sostenía a Edward, que dormía plácidamente.

Bueno, supongo que nos veremos muy seguido de ahora en adelante, alteza. Pffff, espero guiarte bien, pero no te preocupes.

Orsted me ayudará. Ahora que lo pienso, no podré llevarte a conocerlo. Le temerás, pero con su casco tal vez no te sientas tan mal. Es curioso, cuando te sostengo en brazos siento como si sostuviera a Ars, Lara o Lucy. Bueno, debe ser por todo lo que pasé con tu madre, dije mirando a Ariel, que dormía profundamente. No se preocupen, esta noche cuidaré de su sueño y cuidaré de ustedes por siempre. Esa noche no dormí, cuidando de Ariel y Edward.