Un día decidí invitar a Nanahoshi a mi casa, así que cociné papas fritas, pizzas, es decir, comida chatarra, y unos jugos de fruta que en este mundo se endulzan con miel. Cuando le dije a Silphy, ella no estaba muy contenta, pero aceptó. Cuando llegó Nana, empezamos a hablar los 3 mientras comíamos algo.
"Vaya, pizza y papas fritas", dijo Nanahoshi. "¿A qué se debe la ocasión?".
"A nada", le dije, "perdona, aún no llega el arroz que pedí al mercader, demorará unos meses, para que hagas sushi".
"Rudy, ¿de qué están hablando?", preguntó Silphy.
"De la comida que le gusta a Nanahoshi en su mundo", le dije.
"Ah, ya veo".
"Sí, esta comida es de su mundo también, pero no del país de ella".
"¿Hay muchos países en tu mundo, Nanahoshi?", preguntó Silphy.
"Pues, más de 200, creo".
"200", dijo sorprendida Silphy
. "Sí, allá hay muchos países por cada continente".
"Pero, Rudy, ¿no dijiste que esta comida la aprendiste a hacer en Rosenburg?".
"No, Silphy, esta comida, llamada pizza, la comíamos en los países occidentales viene de un pais llamado Italia.
Nanahoshi es de Oriente de un pais llamado Japón"
"¿Cómo que la comíamos? ¿Qué quieres decir con eso, Rudy?"
"Bueno, Silphy, cuando vivía en el mundo de Nanahoshi, comíamos de estas. Ahí aprendí a hacerlas."
"No entiendo, Rudy. ¿Cómo es que viviste en el mundo de Nanahoshi? ¿Siempre has estado aquí, cierto?"
"Sí, nunca he salido de este mundo."
"¿Y cómo es que sabes del mundo de Nanahoshi? No entiendo, ¿qué quieres decir, Rudy?"
"Bueno, mira, Silphy, lo que te diré a continuación solo lo saben dos personas: una es Nanahoshi y la otra es Roxy, y la verdad es que yo no quería decírtelo. Nanahoshi me convenció."
"Rudy, me estás asustando. ¿Estás bien?"
"Sí, tranquila amor, yo soy Rudy, el mismo con el que jugabas en la aldea buena."
"¿Está bien? ¿Qué pasa, Rudy?"
"Yo era del mismo mundo de Nanahoshi."
"Pero, Rudy, eso es imposible. Lady Zenith me dijo que naciste acá."
"Sí, nací acá. Soy de este mundo ahora,
pero antes fui del mundo de Nana. ¿Recuerdas lo que te conté la otra noche, de morir y volver a nacer?"
"Sí", le dijo con algo de temor.
Bueno amor, yo vivía en el mismo mundo que Nanahoshi, pero en otro país diferente al de ella. Tuve un accidente y fallecí. Cuando abrí los ojos, vi a mis padres Paul y Zenith sosteniéndome en brazos, y yo era un bebé. Lo que quiero decir es que mi alma viene del mundo de Nanahoshi, morí allá y nací acá en este mundo.
"Rudy, ¿estás bromeando, cierto?"
"No, Silphy, es verdad. Mi alma de alguna manera conserva los recuerdos de mi vida pasada, por eso tengo tanta facilidad para hacer de todo."
"No entiendo, ¿quién eres entonces? ¿Dónde está Rudy?" dijo levantándose de la silla.
"Silphy, amor, yo soy Rudy. No temas, siempre he sido el mismo desde niño, desde que te conocí cuando le llevabas el almuerzo a tu papá, desde que te salvé de Somal y sus amigos, desde que te escabullías en mi habitación, soy el mismo."
"Pero entonces, ¿cómo...?"
"Bueno, supongo que reencarnamos al morir, Silphy."
"Por eso con Nanahoshi hablamos en otro idioma, esa es la conexión de la que sientes celos."
Yo no siento celos de ti, Nanahoshi.
Oh, por favor, Silphy, claro que sí ,he visto las miradas que me das.
Entonces, Rudy, si moriste, ¿cómo es que estás vivo ahora?
Porque mi alma se reencarnó. En mi mundo, muchas religiones hablaban de que al morir reencarnábamos, pero se supone que el alma olvida su vida pasada, aunque de algún modo conservé mis recuerdos.
Pero entonces, ¿no eres hijo de Zenith y Paul?
Claro que soy su hijo. Eso no tiene nada que ver. El alma no tiene nada que ver con los genes. Mírame, soy idéntico a mi padre.
Estuvimos cerca de 1 hora junto con Nanahoshi, explicándole de genética y ADN a Silphy para que pudiera entender lo que trataba de decirle. La verdad, costó mucho hacerla entender, al punto que estaba muy arrepentido de seguir la sugerencia de Nanahoshi.
Entonces, Rudeus, ¿tú y Nanahoshi se conocen del otro mundo? ¿Acaso eran novios allá? -dijo con una falsa sonrisa.
Pffff, claro que no. Dijo, Nanahoshi, él era un viejo allá.
Oye, solo tenía 36 años, Nana.
"36 años?" dijo Silphy.
Sí, amor, a esa edad fallecí.
Entonces, ¿ahora tienes unos 50 años?
¿Qué? ¡No, claro que no! Tengo 16 años como tú, Silphy. Volví a nacer mi cerebro se comporta según mi edad de ahora. En realidad, solo conservé mis recuerdos, mi personalidad y mi forma de ser son diferentes. Soy el hijo de Paul y Zenith, tengo su sangre. Mi comportamiento es de un Greyrat.
Pfff, eso no es muy alentador -dijo Silphy.
Oye, ¿qué significa eso? -dije.
Nada -dijo mientras le daba una mordida a su pizza.
Entonces, ¿Nanahoshi u
Si decías que Rudeus era un viejo? ¿Por qué fueron novios entonces? -preguntó inquisitivamente Silphy.
Bueno, ambos estábamos sufriendo de amores y bueno, una cosa llevó a otra. Además, aquí él luce diferente.
¿Y cómo lucías antes, Rudeus, en tu cuerpo anterior?
¿Quieres ver? -dije.
Sí.
Y fabriqué una estatuilla con mi antigua forma.
Cuando Silphy la vio, la miró fijamente.
Pero, Rudeus, pareces un humano normal. ¿Por qué no te ves como Nanahoshi?
Bueno, en este mundo todos los humanos se ven occidentales, pero en mi mundo había muchas etnias. Nanahoshi es asiática, yo era de América, que era un continente multiétnico. En África, la mayoría de los humanos tienen la piel negra, los europeos son iguales que los humanos de este mundo, y muchas otras etnias.
"Wow, ¿y cómo son los elfos de allá?" preguntó con una sonrisa.
Nanahoshi y yo nos quedamos mirando.
"No existen Silphy, los elfos, los ferales, los demonios, los hobbits, etc. en mi mundo son mitologías, solo hay humanos."
"¿Qué? ¿Pero cómo solo humanos? ¿Nada más?"
"Así es, pero sí están las mitologías donde hablan de elfos, hobbits, demonios y otras razas."
"Pero ¿por qué existen mitologías si nunca han visto a alguno ahí?"
"Bueno, eso discutía con Nana y con Roxy. Tal vez la reencarnación es común y tal vez alguien de este mundo conservó sus recuerdos y renació en la tierra, y de ahí salieron las leyendas de los elfos en mi mundo anterior."
Espera, ¿la maestra lo sabe? -¿dijiste que ella lo sabia no?.
Sí, bueno, cuando tenía 4 años desarrollé magia de gravedad, con los conocimientos que tenía de mi otra vida. Un día Roxy me descubrió en mi habitación flotando en el aire. Estaba tan furiosa que se iba a ir, así que tuve que contarle la verdad.
¿Y cómo lo tomó?
Bastante bien, es más, estaba aliviada. Ella creía que yo era la reencarnación de Laplace, y ella me oreguntaba muchas cosas de mi otro mundo.
¿Y tus padres?
No, ellos no lo saben y por ahora no quiero que lo sepan. Por eso te lo digo ahora, Silphy, este es un secreto. Te lo cuento porque serás mi esposa y, bueno, Nanahoshi insistió en que te lo dijera.
Ya veo -dijo Silphy.
Entonces, Rudy, ¿tú tenías familia allá? ¿Hijos? ¿Esposa?
No, mis padres de mi otra vida habían muerto y solo tenía un hermano y dos sobrinos.
¿Y los extrañas, Rudy?
Bueno, sí, pero asumí eso poco después que nací. Esta es mi vida ahora. Norm y Aisha son mis hermanas, y Paul, Zenith y Lilia son mis padres. Esta es mi vida, la otra ya no existe. Se acabó.
Y ¿cómo te conociste con Nanahoshi?
Esta vez Nanahoshi habló.
En realidad, solo lo vi un segundo, por mi culpa él murió
"¿Qué?" dijo Silphy molesta.
Estaba con mi novio y un amigo discutiendo y no nos fijamos, un camión, que es como un gran carruaje que no usa caballos, se dirigía hacia nosotros. Cuando me di cuenta, vi que Rudeus en su otra vida corría hacia nosotros. Él logró sacar a mi amigo del camino, pero era tarde, él murió atropellado y mi novio y yo fuimos transportados a este mundo, no sé por quién. Cuando abrí los ojos, estaba sola, y Akito estaba desaparecido. Por suerte, el Dios dragón me encontró y viajé con él por un año. Ahí conocí a Rudeus, él dios dragón casi lo mató, y yo pedí que lo dejara con vida, porque Rudeus no le tenía miedo. Todos en este mundo le tienen miedo a él, menos yo. Y cuando Rudeus lo miró a los ojos, me imaginé que él era de mi mundo, pero a diferencia mía que fui transportada, él reencarnó y cuando nos vimos por primera vez, él me dijo que era aquel hombre que trato de salvarnos .
Yo lo siento.
Ya te dije que no lo sientas, estoy muy feliz aquí con mi nueva familia y esta linda novia elfa. Pude ver cómo Silphy sonreía y se sonrojaba mientras la abrazaba..
Pero Rudy, ¿Me dijiste que eras de otro país? ¿Qué hacías donde Nanahoshi?
Ah, bueno, había ido a capacitarme, que es como un entrenamiento para la compañía donde trabajaba.
Pero, Rudy, ¿cómo viajaste ahí? Debió tomar años.
Jajaja, claro que no. Ese mundo está miles de años más avanzado en tecnología que este. Viajé en avión, me demoré 16 horas en llegar allí.
¿Qué? 16 horas, ¿y cuánta distancia era?
Pues, o sea, la distancia que hay entre Ranoa y Miliishion.
¿Qué? 16 horas, pero, Rudy, ese viaje puede durar años.
Sí, ya te dije, ese mundo es avanzado, es más, han enviado hombres a la Luna.
¡Ja, ja, ja, ja! Vamos, Rudy, eso es imposible.
Yo y Nanahoshi la quedamos mirando seriamente.
Es verdad -dijo Nanahoshi-, nuestra sociedad es muy avanzada.
Entonces, ¿por qué no puedo regresar a Nanahoshi?
Bueno, en mi mundo no existe la magia, y alguien me invocó desde este mundo. Además, yo no lo sé todo, ni Rudeus tampoco. Solo éramos personas comunes y corrientes en nuestro mundo.
Silphy permaneció en silencio mientras nos escuchaba explicarle todo.
"¿Estás bien, Silphy?" pregunté.
"Sí, Rudy, solo que es demasiada información."
"Silphy, amor, te lo recordaré nuevamente: ni una palabra de esto a la princesa, ni mucho menos a Luke, tampoco a tu abuela ni a nadie, por favor."
"Tranquilo, Rudy, será nuestro secreto", me dijo, dándome la sonrisa que hace que mi corazón lata muy fuerte.
"Pero, Rudeus", dijo Nanahoshi, "tú dijiste que este mundo también es la Tierra."
"Bueno, sí, por las estrellas y los planetas en el cielo."
"¿Qué quieres decir?" preguntó Silphy.
Y procedí a explicarle la teoría de las dimensiones, mientras Silphy seguía confundida.
"Será mejor que me vaya", dijo Nanahoshi, "se hace tarde."
"Puedes dormir acá", dije.
"No, gracias, no quiero molestar."
Esta bien, Nanahoshi, durme aquí, además hace frío.
Pfff, y escuchar cómo le pides a Rudeus que te de palmadas en el trasero, no gracias.
Jijiji, ¿escuchaste eso? -dijo con una sonrisa de triunfo-. No fue mi intención que escucharas eso -dijo Silphy cínicamente-.
Sí, no me dejaste dormir.
Tranquila, esta noche no haremos nada, tengo muchas cosas que procesar.
Bueno, si es así, me quedaré.
Oye, Nana, otra vez quería disculparme por eso, no debiste escuchar esas cosas.
Está bien, Rudeus -dijo con una leve sonrisa-. Solo espero que ahora Silphy entienda por qué somos tan cercanos.
Sí, ahora entiendo algunas cosas -dijo Silphy nuevamente con esa falsa sonrisa que aprendió de Ariel-.
Buenas noches, Nana -la despedí con el típico abrazo y el beso en la mejilla-,
mientras Silphy no podía disimular sus celos (no sirvió decirle que Nana y yo venimos del mismo mundo).
Esa noche nos fuimos a acostar con una Silphy muy pensativa.
Rudy, ¿puedo preguntarte algo?
Dime, ¿qué sucede?
¿Por qué intentaste salvar a Nanahoshi y sus amigos?
No lo sé, Silphy. Yo iba caminando por ahí cuando vi a un tipo que gritaba algo. Cuando miré, vi ese camión que se dirigía hacia ellos. Supongo que no lo pensé y corrí hacia ellos. Lamentablemente, solo pude salvar a uno, y solo recuerdo un fuerte golpe. Cuando abrí los ojos, mamá me tenía en sus brazos.
Creo que por eso te amo, Rudy.
¿Qué quieres decir?
No importa en qué mundo estés ni cómo sea tu cuerpo, tu alma siempre es buena. Moriste dando tu vida para salvar a unos desconocidos y a mí, me salvaste de esos niños. No importa dónde estés, siempre serás el Rudy del que me enamoré de niña.
Ese comentario casi me hace llorar. Solo pude besarla y decirle que también la amaba.