En un callejón en la ciudad Core estaba pasando una escena algo grotesca
Un hombre con una ropa elegante se encontraba golpeando a un niño de no más de 14 años, una piel clara, ojos color miel, cabello rojo lleno de suciedad, ligeramente desnutrido
La razón de este suceso era que aquel niño que estaba siendo golpeado repetidamente fue por haberle robado la bolsa donde tenía su dinero
Después de golpear por un tiempo se canso, sudor bajando por su rostro mientras miraba confundido al niño
Aquel niño en todo el rato de golpiza nunca había gritado no abierto la boca estaba muy silencioso
Pensó que lo había matado hasta que noto su mirada todavía vívida
El elegante señor se acercó y tomo su bolsa, la miro fijamente y no noto que faltaba algo por lo que escupió directamente a la cabeza del niño y se fue con una sonrisa satisfecha
Después de unos minutos el niño sonrió ampliamente antes de escupir una moneda de oro ensangrentada
La razón de estar silencioso y no abrir la boca fue para mantener en secreto aquella moneda de oro, los ricos no se darían cuenta de que faltaba una moneda de oro teniendo en cuenta su gran riqueza
Se levantó y con dificultad camino hacia la moneda agárrandola y guardando la moneda para después empezar a caminar cojeando hasta su casa
Caminando con dificultad por una ciudad animada, vendedores por todos lados gente bailando o cantando
La mayoría de las personas lo ignoraba y algunas otras lo miraban con asco todo se debía a una extraña marca en forma de L en su frente
Aquella marca la tenían todas las personas atrapadas que cometieron algún robo
Tener aquella marca significaba ser odiado y despreciado por las personas de esta ciudad algo un poco radical para un niño
Pero para el era un precio que tenía que pagar por el bien de él y su hermana
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Después de caminar por la ciudad por un tiempo había llegado a su destino, a diferencia de la ciudad animada con hermosas casas esto era lo contrario un asqueroso olor familiar llegó a el
Las casas estaban grises y en ruinas, algunas destruidas basura por todos lados, las personas tenían una mirada peligrosa y fría, prostitutas por cada esquina tratando de conseguir que alguien pagará sus servicios
Algunos estaban en el suelo con botellas de alcohol a su alrededor
Este sitio se le conocía como la Zona roja el lugar donde todo el mal se juntaba
Ladrones, criminales, prostitutas, estafadores, asesinos
Todo lo que se podría considerar malo se encontraba aquí, aunque también había vagabundos, no era que todos fueran malos pero aquí vivir era más barato considerando lo que costaba vivir en las zonas más altas
Camino por un rato más y llegó a una casa pequeña, se acercó y al estar en la puerta débilmente tocó tres veces y después dos veces y al final una vez
Al momento siguiente la puerta se abrió dejando ver a una niña de unos 9 años con un cabello rojizo sucio y unos ojos color miel, se notaba que sufría algo de desnutrición
Al ver a su hermano golpeado corrio hacia el preocupada
"¿!Cael!?
"Tranquila Será...Estoy bien es una golpiza leve..."
Entro con cuidado a la casa cerrando la puerta y caminando lentamente por el dolor hacia el sillón, su querida hermana lo sostenía y lo ayudaba a llegar más rápido al sillón
"Voy por las vendas y pomadas" Sera corrio rápidamente hacia un cajón abriéndolo y sacando varias vendas y pomadas
Al tener todo se acercó a su hermano golpeado dejando todo al lado de su hermano antes de ir a por un trapo con agua
Al tener todo listo empezó quitando la suciedad a su hermano y secandolo antes de ponerle pomada ganándose una mueca de su hermano
"Aguántate esto es lo que te ganas por hacer estupideces"
"Tch... Gracias a mis estupideces sobrevivimos"
Sera empezó a vender su hermano con cuidado, aunque era pequeña su madurez y habilidades en cuidados básicos era demaciado notorio para su edad
"Bien no hagas movimientos estúpidos por ahora, relájate" la preocupación se notaba en aquellos hermosos ojos miel
Aunque era común que su hermano se lastimara aún no podía soportar viéndolo en ese estado
Cael al notar su preocupación sonrió cálidamente llevando su mano a la cabeza de su hermana dandole pequeñas palmadas antes de dirigir su mano a su bolso
Saco una moneda de oro sonriendo ampliamente
"El bastardo no se dió cuenta de esto"
Sera se sorprendió ante la moneda de oro que valia por lo menos mil de plata, la plata valia 100 de monedas de bronce
Por lo general su hermano solo traía monedas de bronce o plata a la casa, esto realmente era una gran suerte
Pero luego la preocupación llegó a ella
"Idiota, que pasa si se entera de esto? Que pasa si trae a los guardias para atraparte? La última vez que te atraparon saliste muy mal y no hablemos de aquella marca que te hicieron"
Estaba enojada asustada y triste, no quería que le quitarán a su hermano, era la única familia que le quedaba en este oscuro mundo
"Tranquila, el bastardo tenía Miles y Miles de monedas en su bolsa, solo tome una moneda, se necesitaría ser un bastardo tacaño para darse cuenta de que le falta una moneda y hacer una denuncia a los guardias"
Aunque trato de calmar a su hermana sabía que eso no bastaría, se acercó a ella y la abrazo acariciando su cabello rojo
"Yo solo no quiero que te pase nada... No sé que haría sin ti..."
"Tranquila deja de pensar en cosas malas y piensa en la rica comida que compraremos, filetes, verduras frescas, dulces, no se te hace agua la boca?"
"Jejeje si... Se me hacía agua la boca" Sera le sonrió cálidamente a su hermano
"Bueno, cuando esté curado vamos a ir por esa comida deliciosa!"
"Si!!"
Sin saberlo en una parte de la ciudad donde estaba la clase alta en una casa grande se encontraba aquel sujeto que le había robado contando sus monedas con mucha atención
Al notar la falta de una, llegó a la mente aquel niño pelirrojo que le había quitado su bolsa, una furia inmensa salió de el junto a una aura demaciado caliente que empezó a quemar varias cosas en aquella habitación donde estaba
Sin saberlo había enojado a alguien peligroso y muy codicioso, le esperaba un futuro complicado al pequeño pelirrojo