Chereads / Evangelion: Mi Otro Yo (+18) / Chapter 3 - ¿Pubertad?

Chapter 3 - ¿Pubertad?

Nota 1: Todos los derechos de la serie Neón Génesis Evangelion pertenecen a Gainax/Khara, o a aquellos quienes les sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

Nota 2: Shinji tiene dos tipos de diálogos, "Normal" y "Cursivo", esto es para poder diferenciarlos correctamente. Ya lo entenderán cuando lean.

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Shinji se encontró repentinamente parado en medio de la nada. A donde sea que miraba todo era completamente blanco y desolado. No había absolutamente nada; estaba solo, como siempre.

Estás solo porque quieres.

Shinji se sobresaltó, sorprendido al escuchar una voz detrás de él. Al voltear se llevó una sorpresa al encontrar que la persona que había hablado era... él mismo. Ambos Shinji quedaron viéndose frente a frente. Uno estaba sonriendo, el otro por el contrario, estaba sorprendido.

— ¿Quién eres? — preguntó Shinji, con cautela.

— respondió simplemente el otro Shinji.

— ¿Yo?

Sí, tú.

— Eso no puede ser. Yo soy yo, tú eres... ¿qué eres tú? — pregunto Shinji, confundido.

El otro Shinji rodó los ojos y dio un suspiro de frustración.

Ya te dije. Soy tú; o mejor dicho, soy una parte de ti.

— ¿Qué quieres decir? — preguntó Shinji con algo de temor.

Mira que eres tonto. ¿No te das cuenta aún? Soy "Tu Otro Yo". El yo que has reprimido por 14 años de tu vida.

— ¿Mi otro yo? — preguntó sorprendido — ¿Tratas de decir que habemos dos yo dentro de mí?

Sí y no. Como te dije, soy una parte de ti, pero a la vez estoy separado de ti.

— No te entiendo — dijo Shinji, totalmente confundido.

Por la mierda Shinji. ¿Es que aún no entiendes? Soy una parte de ti, una parte de tu personalidad que no dejas salir, y no sabes lo frustrante que es eso — dijo exasperado el otro Shinji.

— Perdón — dijo Shinji todo compungido.

El otro Shinji volvió a suspirar en resignación y movió la cabeza negativamente.

Como detesto cuando haces eso. Haces que nos veamos patéticos.

— ¿Cómo que "Nos"? — preguntó Shinji frunciendo el ceño.

Ya te lo dije, soy parte de ti — afirmó el otro Shinji.

— Si eres una parte de mí, ¿Cómo es que no te había visto antes? — lo cuestionó Shinji, dándole una mirada acusadora.

Porque estaba atrapado en el fondo de tu subconsciente, pero un amigo se apiado de mí y me dio la oportunidad de conversar contigo.

— ¿Un amigo?

Sí. Él — dijo el otro Shinji, señalando a un costado con un movimiento de cabeza.

Shinji miró en la dirección que le indicaba su "otro yo", y con sorpresa vio de pie a unos metros de él, a un sujeto de unos 25 años, delgado, cabello largo de color celeste y vestido en un elegante traje de color blanco. El hombre miró a Shinji y sonrió. 

— Gusto en conocerte finalmente, Shinji Ikari — dijo el hombre.

— ¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes mi nombre? — preguntó Shinji con cautela.

— Supe tu nombre al mirar un poco dentro de tu mente — respondió el hombre caminando hasta quedar frente a Shinji — Con respecto a tu otra pregunta; si eres inteligente ya te podrás imaginar quien soy.

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Shinji despertó de un salto respirando aceleradamente. Solo había sido un sueño, el sueño más extraño que había tenido en su vida. Pero para ser un sueño se había sentido extrañamente real; como si en verdad hubiera ocurrido. Shinji se dejó caer sobre el futón y... espera ¿futón? Él no dormía en un futón, tenía una cama. Se sentó de golpe ante ese pensamiento y examinó la habitación. No era su cuarto y definitivamente no era su futón; entonces lo recordó.

Sé dejó caer de espaldas y se cubrió con el futón. Estaba en una habitación en el departamento de Kaji, ya que el día anterior Misato lo había echado de su departamento. Se lo merecía, en verdad se lo merecía. Se había comportado como un imbécil.

Shinji lloró. Lloró por largo rato maldiciendo su suerte y maldiciéndose a sí mismo por haberse comportado de esa manera. ¿De dónde rayos había sacado los huevos para hacer y decir todas esas cosas? ¿Qué rayos le había pasado? ¿Y qué rayos le pasó en la escuela?

El joven Ikari decidió levantarse luego de llorar sus penas, y seguir lamentándose hasta lograr sentirse menos que una bacteria. Cuando entró a la sala la encontró vacía, pero había una nota sobre la mesita de centro.

Tuve que salir temprano y no llego hasta la noche; si es que llego, jajaja.

Hay comida en el refrigerador. Sírvete lo que quieras.

Kaji.

Junto a la nota había una copia de la llave de la puerta. Shinji suspiró cansadamente y se metió a la ducha. Una vez que ya estaba vestido, tomó desayuno, luego ordenó sus escasas pertenencias en su nueva habitación y se quedó sin nada que hacer. No tenía escuela por una semana, justo ese día tampoco había pruebas de sincronización en NERV. Miró la hora y eran recién las 8:35 de la mañana. Suspiró. Para matar el tiempo decidió ordenar y limpiar todo el departamento; ya que en honor a la verdad, lo necesitaba con urgencia. Una vez estuvo todo limpio y ordenado decidió preparar el almuerzo. 

Eran las 11:30 de la mañana cuando Shinji terminó de preparar la comida. Aún era demasiado temprano para almorzar y tenía toda la tarde libre. ¿Qué más podía hacer? En realidad tenía algo que hacer, y lo había estado eludiendo toda la mañana: pedirle disculpas a Misato.

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— ¿Lo echaste del departamento? — preguntó Ritsuko, sorprendida. 

— ¿Y qué otra cosa podía hacer? Le faltó el respeto a Asuka; y no te olvides de lo que hizo en la escuela. Después de eso, Asuka tenía serias razones para no querer a Shinji en casa, y en realidad yo también me sentí un poco incomoda — reconoció Misato bajando la cabeza.

— Bien, no te puedo negar que me sorprende lo que me has contado. En realidad se me hace difícil imaginar a Shinji haciendo todo eso, pero no debemos olvidar que es un chico próximo a cumplir 15 años. Está en plena pubertad y es natural que muestre interés por el sexo opuesto.

— Kaji me dijo lo mismo — comentó Misato estrechando los ojos.

— ¡Porque es la verdad! — exclamó Ritsuko, dándole una mirada seria a su amiga — ¿Qué esperabas? Es cierto que Shinji es un buen chico y algo inocente, pero está atravesando por una etapa muy difícil. Está descubriendo la sexualidad, el interés por el sexo opuesto y el hecho de estar con el cuerpo cargado de testosterona no se lo hace más fácil.

— ¿Crees que me excedí? — preguntó Misato, ya sin estar muy segura de su decisión.

— Tal vez, pero no podemos negar que merecía un castigo. Pubertad o no, lo que hizo en la escuela no estuvo bien, y creo que sacarlo del departamento tampoco fue mala idea. Contigo y Asuka paseando medio desnudas delante de él todos los días, no es de extrañar que le entraran ideas raras en la cabeza.

— ¡Yo no me paseaba medio desnuda delante de él! — estalló Misato, indignada.

Por respuesta, Ritsuko le dio una mirada seria y levantó una ceja, logrando que Misato diera un respingo para luego sonrojarse y hacer un puchero.

— De acuerdo. Me paseaba ligera de ropa delante de él. ¡¡Pero no medio desnuda!!

— Si tú lo dices — dijo Ritsuko rodando los ojos — Por cierto. ¿Dónde se está quedando ahora?

— Con Kaji — respondió la morena.

— Pero que gran idea. Ahora Shinji tiene un maestro que le puede enseñar como espiar en las duchas de las chicas sin ser descubierto. Hasta es posible que lo acompañe — comentó Ritsuko sarcásticamente, mientras negando con la cabeza.

Misato miró con mala cara a la rubia científica y estaba por responderle una pesadez, cuando recordó algo importante que había estado pasando por alto.

— Ahora que recuerdo, Kaji mencionó algo que me quedó dando vueltas. Dijo que lo de Shinji podía ser algo más que la pubertad — comentó la Directora de Operaciones estrechando la mirada. 

— ¿A qué te refieres? — preguntó Ritsuko con algo de interés.

— A que aparte de lo ocurrido en la escuela, Shinji se siguió comportó de forma... diferente. 

— ¿Diferente? — cuestionó Ritsuko, levantando una ceja.

— Sí. Hubo momentos que se veía más seguro de sí mismo, incluso contestó y provocó a Asuka. Cuando ella lo golpeó en represalia, en vez de llorar o pedir perdón, la miró enojado con una sonrisa cínica y continuó picándola. Todos nos sorprendimos, era una faceta que desconocía en él — razonó Misato, analizando eso último en su mente.

Ritsuko frunció el ceño y cruzó los brazos bajo el pecho, mientras consideraba las palabras de su amiga, que pintaban a un Shinji muy distinto del que ella había conocido desde que el chico aterrizó en NERV. Estrechó la mirada.

— Bien, es cierto que durante la pubertad los jóvenes tienden a ponen rebeldes, pero... — comenzó la rubia.

— ¿Pero? — dijo Misato, instándola a continuar.

— No estaría demás chequear una vez más los patrones mentales de Shinji — dijo con seriedad.

— ¿Crees que el Ángel...? — intentó preguntar Misato, pero no alcanzó a terminar la frase, repentinamente preocupada ante ese hilo de pensamiento. 

— No estoy diciendo que sea eso exactamente. Recuerda que los exámenes que le realizamos a Shinji no mostraron ninguna anomalía, pero todo este problema empezó después del ataque del Ángel. Tal vez es solo una coincidencia y sea realmente cosa de la pubertad, pero no estaría de más hacerle un par de exámenes para salir de dudas — finalizó la científica.

Misató concordó con su amiga, había que eliminar esa posibilidad.

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Misato caminaba rumbo a su oficina pensando en todo lo que había conversado con Ritsuko y no dejó de sentirse preocupada. Pese a todo lo ocurrido, Shinji seguía siendo muy importante para ella, y si ese comportamiento era causado como consecuencia del ataque de un Ángel, entonces haría todo lo que estuviera en sus manos para volverlo a la normalidad. Con su mente ocupada pensando en toda esta bizarra situación, la mujer se encontró de pronto frente a la puerta de su oficina y con alguien de pie ahí esperando por ella.

— Shinji — dijo Misato, genuinamente sorprendida, ya que no esperaba ver al chico este día, mucho menos que fuera él quien la buscara primero.

— M, Misato, yo... ¿puedo hablar contigo un momento? — preguntó el chico tímidamente, sin poder mirarla a la cara. 

— Claro, pasa — dijo la mujer abriendo la puerta de su oficina e invitando a pasar al chico.

Una vez dentro de su oficina, Misato cerró la puerta y fue a sentarse en una de las dos sillas que estaban frente a su escritorio. Miró a Shinji y le indicó que se sentara en la otra silla. El chico asintió y se sentó frente a Misato

— Te escucho — dijo la mujer cruzándose de brazos, dándole una mirada seria al chico frente a ella.

— Misato yo... quería pedirte disculpas por lo de ayer, yo... no sé qué me pasó.

Misato escrutó con la mirada a Shinji. El chico seguía con la cabeza gacha, visiblemente nervioso, avergonzado y arrepentido. Aun así, no podía dejar pasar lo que había hecho.

— ¿Qué rayos estabas pensando cuando hiciste todo eso en la escuela? — preguntó Misato con una mirada seria.

Shinji se sobresaltó por la pregunta, pero luego de unos segundos se armó de valor para responder.

— No lo sé. Quiero decir; era yo, pero a la vez no era yo. Fue como un impulso que no pude contener. Yo… estoy muy arrepentido y avergonzado de todo eso — dijo Shinji visiblemente avergonzado por sus acciones — Creo que también voy a tener que disculparme con Asuka. 

— Eso estaría bien — dijo Misato, dando un suspiro de cansancio antes de hablar otra vez — ¿Por qué le dijiste todas esas cosas a Asuka? — cuestionó en forma seria.

Shinji se sobresaltó una vez más, pero nuevamente se armó de valor para responder.

— Aún no me lo explico. Solo sé que estaba muy enojado por todo que me dijo y simplemente respondí... aunque creo que se me pasó la mano.

Misato siguió estudiando a Shinji con la mirada. Se veía normal, nada indicaba que estuviera con algún problema. Aun así tenía dudas. Suspiró.

— Está bien. Acepto tus disculpas, y discúlpame tú también. No debí haberte golpeado ayer.

— Está bien, no hay problema. En verdad me lo merecía — reconoció Shinji.

— Sí, en eso tienes razón — dijo Misató con una sonrisa — Bien, ya que estás aquí, hay algo que me gustaría pedirte.

Shinji asintió con la cabeza, feliz por primera vez en el día y dispuesto a hacer cualquier cosa que Misato le pidiera. Se lo debía. 

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— No hay ninguna anomalía en sus patrones mentales — informó Maya, observando los datos desplegados en su terminal.

— ¿Estás segura? — preguntó Misato, un tanto incrédula.

— Totalmente Mayor. MAGI lo verificaron tres veces — señaló Maya.

— Bien, el resto de sus funciones tampoco presentan anomalías, así que no hay de qué preocuparse. Al parecer solo se trata de un exceso de testosterona — dijo Ritsuko con una sonrisa divertida.

Maya miró a su mentora totalmente extrañada por esa afirmación. Por respuesta, Ritsuko le devolvió la mirada y amplió un poco más su sonrisa antes de hablar.

— Ayer Shinji fue suspendido de la escuela por husmear en las duchas de las chicas.

— ¿Shinji hizo eso? — preguntó una asombrada Maya.

— Parece difícil de creer, pero así es — dijo Ritsuko manteniendo la sonrisa divertida y apretó el botón del comunicador — Hemos terminado. Ya puedes salir Shinji — dijo la mujer y se volvió para mirar a Maya — Pubertad — dijo simplemente con un encogimiento de hombros.

Shinji salió del Entry-Plug donde había estado metido por un par de horas y caminó hasta el cuarto donde se controlaban todos los parámetros de la prueba. Al ingresar se encontró a Ritsuko mirando con algo de diversión, Misato mirándolo seriamente y Maya que lo observaba con una mirada recelosa.

— Ya puedes retirarte. Todo salió bien — dijo Misato, finalmente relajándose un poco.

— Bien. De acuerdo — dijo Shinji, aun sin estar muy seguro de que iba esta prueba repentina de hoy, pero si hacia feliz a Misato, para él estaba bien.

Fue ese el momento en que la puerta del cuarto se abrió e ingresó Rei Ayanami vistiendo su tradicional y ajustadísimo Plug-Suit blanco para efectuar una prueba de sincronización programada con anterioridad. La chica se sorprendió al ver a Shinji en ese lugar, ya que no esperaba verlo aquí el día de hoy; pero estará más sorprendida por los ojos con los que la miraba. Parecía como si Shinji la estuviera devorando con la mirada.

— Hola Rei — saludó Misato.

— Buenos días Mayor Katsuragi— respondió la chica con su habitual frialdad — No sabía que tenías pruebas hoy, Shinji — comento dándole una mirando al Tercer Elegido

Prefiero estas tontas pruebas de sincronización a aburrirme todo el día sin hacer nada. Recuerda que tengo vacaciones por una semana — respondió Shinji con una sonrisa un tanto juguetona.

— Creí que te suspendieron por espiar a las chicas en las duchas — comento Rei con voz algo… ¿molestas?

Y no olvides que le agarré los pechos a Isuzo, jajaja. Todavía lo recuerdo, eran tan blanditos — dijo Shinji con cara de felicidad mientras con sus manos apretaba unos imaginarios pechos frente a él.

Las tres féminas presentes pestañearon en sorpresa y miraron extrañadas al chico frente a ellas, que seguía apretando unos imaginarios senos ante él con una sonrisa algo pervertida.

— ¿Estás segura de que Shinji está bien, Ritsuko? — preguntó Misato, mirando a la rubia.

— Sí — respondió la científica un tanto dudosa, por lo que volvió a revisar los datos desplegados en la terminal de Maya, luego de lo cual asintió con la cabeza — Sí, seguro. Está bien — afirmó.

— Entonces sí es pubertad después de todo... rayos — dijo Misato con infinito fastidio.

— Ejem, bueno Rei, ve al otro cuarto e ingresa al Entry-Plug. Debemos comenzar con la prueba de sincronización — dijo Ritsuko, volviendo al negocio.

— Si doctora — respondió la chica en su tradicional tono de voz monocorde y se encaminó a la habitación donde estaban los Entry-Plug para realizar la prueba del día.

Oye Rei — dijo Shinji haciendo que la chica detuviera su nadar antes de cruzar la puerta y se volteara a verlo — Te ves preciosa en ese Plug-Suit — le dijo con una sonrisa.

Contra todo pronóstico, Rei Ayanami se sonrojó visiblemente y bajó un poco la cabeza.

— Gra, Gracias — logró decir tímidamente con una pequeñísima sonrisa y se perdió tras la puerta.

Shinji sonrió viendo como la chica se perdía tras la puerta tomando una grandiosa vista de su tentador trasero, antes de voltearse y ver a las tres féminas restantes mirándolos con ojos como platos.

¿Qué? — preguntó Shinji.

— Nada. Puedes retirarte — dijo Misato con fastidio, haciéndose a la idea de comenzar a tratar con un Shinji más hormonalmente descontrolado; para la total diversión de Ritsuko, que le dio unas palmaditas en el hombro.

Shinji no le prestó demasiada atención a las travesuras del trio de mujeres, por lo que simplemente hizo un gesto con la mano a modo de despedida y dejó el cuarto con rumbo a los vestidores para una ducha caliente y un cambio de ropa, pero a medio camino se topó de frente con su padre, que iba en compañía de su segundo, Kozo Fuyutsuki.

Padre — dijo el sorprendido Piloto EVA.

Como era su costumbre, Gendo ni se dio por enterado de su hijo, simplemente siguió su camino ignorando al chico como si este no estuviera ahí. Solo Fuyutsuki se dignó a darle un saludarlo con una inclinación de cabeza. Shinji frunció el ceño.

Ya que nunca nos vemos, al menos podrías dignarte a saludarme cuando nos topemos en los corredores — escupió el chico con algo de veneno en la voz.

Ambos hombres detuvieron su andar y se giraron para mirar a Shinji como si este acabara de parir una docena de cucarachas vivas.

— ¿Qué dijiste? — preguntó Gendo arqueando una ceja.

Lo que escuchaste padre. Podrías saludarme de vez en cuando; ya sabes, tener una conversación de tipo padre e hijo. Preguntarme cómo estoy, cómo me va en la escuela, si tengo novia o si necesito preservativos, ese tipo de cosas.

Si ambos hombres ya estaban sorprendidos, después de escuchar esas palabras empezaron a dudar de su estado mental, eso o el café que habían tomado recién estaba demasiado cargado.

Por cierto padre, ¿qué pasa con mi mesada? Nunca me has dado un centavo — pregunto Shinji, dándole una mirada estrecha al hombre de lentes.

Una gota de sudor corrió por la nuca de Gendo ante esa pregunta. El hombre estaba francamente sin habla. El escuchar a su hijo decir todas esas cosas y "reclamarle" la mesada era algo que nunca se hubiera imaginado. Por su parte, Shinji se acercó a Gendo y lo tiró de la chaqueta para ponerlo a su altura y comenzó a hablarle de manera cómplice, ahuecando una mano al lado de la boca de modo que Fuyutsuki no escuchara sus palabras.

Oye viejo, esta tarde había pensado salir con unas chicas para hacer tu-ya-sabes-qué, pero me está faltando un poco de efectivo y me preguntaba si podrías afirmarme — finalizó Shinji, guiñándole un ojo juguetón a su padre.

Luego de unos segundos mientras su cerebro procesaba la información, Gendo se soltó del agarre de su hijo y se irguió mirándolo de forma seria.

— ¿Qué te pasa?

¿A qué te refieres? — preguntó Shinji, sin entender.

— ¿Te golpeaste la cabeza o algo? — preguntó Gendo una vez más.

No que yo sepa — dijo Shinji sorprendido, antes de arrugar el entrecejo — Ahora que lo dices, Misato me preguntó lo mismo y le dijo a la doctora Akagi que me hiciera unas pruebas de no-sé-qué-mentales. Dijo que salí bien — respondió el chico con un encogimiento de hombros, como restándole importancia al asunto.

Gendo asintió, le hizo una seña a Fuyutsuki y continuó su camino seguido de su antiguo maestro, que le dio a Shinji una mirada de arriba abajo antes de seguir al hombre.

¡Oye! ¿Y mi mesada? — preguntó Shinji.

— Te pagamos un sueldo. No necesitas mesada — respondió Gendo sin voltear, mientras seguía su camino.

Tacaño — masculló Shinji encaminándose a los vestidores.

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— ¿Qué le pasa al Tercer Elegido? — preguntó Gendo nada más entrar al cuarto desde donde se controlaban las pruebas de sincronización.

Misato, Ritsuko y Maya se sobresaltaron por la repentina irrupción y las duras palabras del Comandante Supremos de NERV. El trio de mujeres se miró entre sí y con un asentimiento de cabeza miraron de regreso al hombre, respondiendo la pregunta al mismo tiempo.

— "Pubertad"

Gendo y Fuyutsuki pestañearon en genuina sorpresa al escuchar semejante respuesta.

— Explíquense — demandó Gendo.

Misato suspiro en cansancio. La pubertad de Shinji ya la estaba jodiendo hasta los ovarios.

— Shinji se ha estado comportando un tanto extraño los últimos días, así que le pedí a la doctora Akagi que le hiciera algunas pruebas para cerciorarnos de que no fuera consecuencia del ataque del último Ángel — informó Misato.

— ¿Cómo salió? — pregunto Gendo con seriedad.

— Todo normal — informó Ritsuko tomando la palabra — MAGI no encontró nada extraño en sus patrones mentales — añadió.

— ¿Ocurrió algo señor? — preguntó Misato, curiosa por el repentino interés del hombre en su hijo.

Gendo no respondió, simplemente caminó hasta quedar frente al ventanal que separaba esa habitación del lugar donde estaban los Entry-Plug parcialmente sumergidos en LCL, que servían para realizar las pruebas de sincronización.

— ¿Pubertad? — preguntó finalmente Gendo, mirando seriamente a Ritsuko.

— ¿Qué más puede ser? — respondió la mujer, encogiéndose de hombros.

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Shinji tomó una larga y relajante ducha caliente para lavarse el LCL y quitarse el pegajoso olor a sangre de esa cosa. Salió de la ducha secándose el cabello y fue hasta su casillero. Terminó de secarse y se vistió con su tradicional uniforme escolar; que usaba tontamente hasta los días cuando no tenía que ir a la escuela. Miró el Plug-Suit tirado en una banca tras él y metió la mano tomando algo escondido debajo del traje, era una cartera de cuero negro.

— Bien padre, espero que no te enojes por haberte robado la cartera, pero tú te lo buscaste al no darme mi mesada — dijo Shinji con una sonrisa traviesa — Veamos qué tenemos aquí.

Un curioso Shinji abrió la cartera y sacó una identificación de NERV similar a la suya, pero con la fotografía de Gendo, una libreta con algunos teléfonos y un calendario con la foto de una chica desnuda, cosa que lo hizo sonreír. A continuación sacó una foto de su madre. Shinji miró la fotografía por largo rato y luego la guardó en un bolsillo de su camisa, luego siguió revisando y... bingo, dinero en efectivo, varias tarjetas de crédito y un pequeño papelito doblado por la mitad. Curioso lo abrió para ver y tenía anotada las claves de las tarjetas de crédito. ¿De verdad? ¿Su padre no era capaz de recordar las claves de las tarjetas de crédito y las tenía anotadas en un papel? 

Viejo tonto. Tú perdida — dijo para sí con una sonrisa traviesa, tomó su teléfono móvil y marcó un numero — Aló, ¿Residencia Suzuhara?.... ¿Touji, eres tú?... si, Shinji, oye, ¿puedes salir?... llama a Kensuke y dile que nos encontramos en media hora frente al centro comercial... solo has lo que te digo... confía en mí, no te vas a arrepentir. Nos vemos — finalizó, colgando la llamada y guardando el aparato en un bolsillo del pantalón.

Shinji guardó el dinero y las tarjetas de crédito en el otro bolsillo del pantalón, tiró la cartera y los demás efectos personales de su padre a un basurero y salió de los vestidores con una gran sonrisa. Iba a ser una tarde inolvidable, estaba seguro de ello.

Continuará...

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Notas del Autor: ¿Dónde aprendió Shinji el oficio de carterista?... No tengo idea.

Nos leemos en el próximo capítulo.