Al escuchar la pregunta de Chen Jianmin, Chen Jianguo estuvo en silencio por un momento y dijo —No me cae bien, pero no quiero que muera. Él es mi único hermano.
—¿No sabes que los sueños son opuestos a la realidad? —preguntó Chen Jianmin.
—Nuestro abuelo alguna vez me lo dijo —asintió Chen Jianguo.
—Así que, tu hermano todavía está vivo. Solo que quizás haya ido a una ciudad lejana y nunca volverás a verlo. Hay un dicho que los buenos mueren jóvenes y los malos viven mil años. ¿Crees que tu hermano es una buena persona o una mala persona? —preguntó de nuevo Chen Jianmin.
Esta vez, Chen Jianguo respondió inmediatamente —Él debe ser... un mal tipo.
—Mn, una mala persona como él puede vivir mil años. Entonces, deja de pensar en ese sueño. Además, también sois hijos de la familia Chen. Aunque tu padre, tu madre y tu hermano os hayan dejado, ¿no seguís teniendo a vuestros primos? —dijo Chen Jianmin.
