—Tan pronto como Pan Chimu terminó de hablar —añadió Pan Chiyan—, no olvides enviarme algo también. Gracias por adelantado, cuñado.
En cuanto estas palabras salieron, Li Lingyun finalmente pudo sentirse tranquilo. Fue bienvenido como el yerno por la familia Pan.
Mientras disfrutaban de una cena opulenta, el Padre Su estaba escondiéndose en la esquina de un oscuro callejón en la sede del condado cerca del Pueblo Xie.
Aunque logró escapar ese día, los oficiales de policía que lo escoltaban terminaron siendo gravemente heridos por otros prisioneros, y uno de ellos murió. Por lo tanto, la policía recibió órdenes de arrestarlos, vivos o muertos.
Mientras los otros prisioneros huían a la capital y volvían a sus bandas, el Padre Su nunca tuvo la intención de unirse a ninguna banda. Temiendo que los otros prisioneros lo mataran si no iba con ellos, escapó durante la noche.
