—Cuando Chen Anwen escuchó las palabras de Lu Jueyu, sonrió feliz. Ayer, su hermano le había contado que les habían robado la comida y que solo les duraría como máximo tres días antes de que no tuvieran nada de comida en su casa.
No pudo evitar sentirse triste al pensar en su familia paterna pasando hambre mientras ella comía carne y huevos. Entonces, esta vez planeaba usar el dinero que ganaba para comprar algo de comida para sus padres.
Al ver que estaba feliz, Madre Lu entendió lo que estaba pensando y dijo —Ah Wen, más tarde pide a Ah Han que vaya al almacén a buscar comida y la lleve a tus padres.
Chen Anwen se conmovió con las palabras de su suegra pero rápidamente rechazó la sugerencia de Madre Lu y dijo —Madre, no hay necesidad de usar la comida de padre y tuya. Le pediré a Ah Han que vaya al mercado a comprar algo de comida y la envíe.
Al oír esto, Lu Jueyu las miró y preguntó curiosamente —Cuñada, ¿está pasando algo en la casa de tus padres?
