Después de que el Padre Su y la Madre Su se fueron, los jóvenes educados miraron sus espaldas con distintas miradas. Algunos jóvenes educados hombres simpatizaban con Su Anna por haber sido forzada a casarse con Da Gao, mientras la mayoría de las jóvenes educadas mujeres se regocijaban en su infortunio.
Con ella casándose con Da Gao, sus posibilidades de acercarse a jóvenes educados hombres aumentaron, que es lo que siempre habían deseado. De ahora en adelante, ya no necesitaban ver a Su Anna actuar tan pretenciosa frente a los jóvenes educados hombres para ganar su simpatía y afecto.
Sin saber que su hija tenía mala reputación entre los jóvenes educados, el Padre y la Madre Su llegaron a la casa de Da Gao.
Al principio, también esperaban que lo que los aldeanos y los jóvenes educados decían fueran mentiras y que lo que su hija decía en la carta fuera la verdad. Pero sus esperanzas se desvanecieron cuando vieron a su hija lavando ropa en el pozo en la casa de Da Gao.