Poco después, Li Chenmo entró y dijo —Esposa, ya se han ido.
Lu Jueyu asintió y dijo —Marido, ¿quién crees que nos denunciará?
Al oír las palabras de su esposa, Li Chenmo reflexionó por un momento y dijo —Creo que esto puede tener algo que ver con aquellos que apuntaron al grupo de Houzi. Puede que hayan descubierto nuestra relación con Houzi y quieran cortar el suministro de Houzi.
Cuando Lu Jueyu escuchó esto, palideció. Tomó la mano de su marido y dijo —Marido, en ese caso, dejemos de hacer este negocio, ¿de acuerdo? Tenemos suficiente dinero, no hay necesidad de arriesgar nuestra propia seguridad.
Después de escuchar sus palabras, Li Chenmo sonrió y le acarició la cabeza —Esposa, no te preocupes. Dado que los oficiales han venido a revisar nuestra casa y no encontraron pruebas, cuando reciban una denuncia sobre nosotros la próxima vez, no la tomarán en serio.
Viendo que su esposa aún estaba preocupada, añadió —Al menos por unos meses, estaremos seguros.
