—¡Pequeña perra, más te vale comportarte o te pellizcaré de nuevo! —Su Anna empujó a Dong Huang y dijo.
Como resultado del empujón, Dong Huang cayó al suelo y golpeó su cintura contra una piedra. Gritó de dolor y no pudo moverse por un momento. Cuando levantó la cabeza, vio a Su Anna alejándose con una cesta llena de comida. Se levantó y corrió tras ella.
—¡Mujer mala, devuélveme mi comida! —Sin pensarlo, arrancó la cesta de bambú de la mano de Su Anna y gritó.
Pillada desprevenida, Su Anna fue halada hacia atrás y cayó al suelo. En el momento en que cayó, Dong Huang se escapó llevando la cesta de bambú. Al verla alejarse, Su Anna apretó los dientes, se levantó y la persiguió. No le tomó mucho tiempo alcanzarla. La diferencia con antes era que no pellizcó a Dong Huang, la agarró del cuello y le dio una fuerte bofetada.
¡PA! El sonido de carne al chocar con carne sonó tan fuerte que se podía escuchar a veinte metros de distancia.