"Al abrir la puerta, Li Chenze vio a Yang Lichao apoyado contra la pared de barro. Al ver su rostro pálido, frunció el ceño y preguntó:
—¿Qué haces aquí, Yang Lichao? Si te sientes mal, deberías ir a descansar a casa.
Cuando Yang Lichao vio que era Li Chenze, titubeó, apretó los dientes y dijo:
—Tengo algo que decirle a tu padre. ¿Está en casa?
Li Chenze frunció más el ceño y preguntó:
—¿Qué quieres decirle a mi padre?
Yang Lichao se impacientó y dijo:
—Dile a tu padre que sé algo acerca de su segundo hijo.
—No tenemos nada que ver con Li Chenxuan. No necesitas molestarnos más con sus asuntos —dijo Li Chenze fríamente.
—No me refiero a Li Chenxuan, ¡es tu segundo hermano biológico!
Li Chenze quedó atónito ante sus palabras y preguntó:
—¿Qué has dicho?
Yang Lichao, cansado y con dolor por la caminata, enfadado en su corazón, metió una pulsera de cinco hilos en la palma de Li Chenze y dijo:
—Enséñasela a tu padre.
