El Viejo Zhao suspiró y dijo:
—¿No es porque escucharon que antes habíamos enterrado oro y tesoros, y quieren conseguirlos?
—¿Qué oro y tesoros tenemos? Cuando nos arrestaron, todas nuestras propiedades fueron confiscadas y nos fuimos sin nada. —dijo Viejo Gu con melancolía.
Al ver sus rostros desanimados, Lu Jueyu sintió que no era diferente de esas personas. Ella es amable con ellos porque quiere algo de ellos. Se sintió avergonzada al pensarlo.
En ese momento, recordó las palabras de su abuelo:
—Xiao Yu, antes de pedirles a otros que sean sinceros contigo, debes mostrar tu sinceridad primero. Si tratas bien a los demás porque quieres conseguir algo de ellos, entonces solo obtendrás una relación superficial a cambio, y este tipo de relación nunca dura. Un amigo sincero es más valioso que innumerables tesoros.
—Abuelos, lo siento. —dijo Lu Jueyu suavemente con la cabeza baja.
Después de escuchar lo que decía, el viejo estaba confundido y dijo:
