"Después de que Jiao Siyu terminó de hablar, Li Chenmo levantó la vista y la miró fríamente. Cuando Jiao Siyu vio su mirada, tembló por completo y sintió un escalofrío recorriendo su columna, pero se negó a retroceder y se enderezó en su lugar.
Li Chenmo soltó una risa y dijo con desdén:
—Lo que dijiste es cierto. Mi esposa no puede hacer trabajos pesados y a menudo está enferma. Sin embargo, tiene un esposo capaz que puede hacer que coma hasta saciarse todos los días sin endeudar a su familia. Incluso tiene dinero extra para gastar como le plazca.
—¿Pero qué hay de ti? Tu marido es incompetente, débil, indeciso y temeroso. Como no puede ganar suficiente dinero para que gastes, deberías aprender a vivir modestamente. Incluso si tu familia vive en el pueblo del condado, no eres una niña rica, así que no actúes como una. No sigas obligando a tu marido a ir a tu suegro por dinero. ¡Qué vergüenza! —añadió con dureza.
