—Imposible, aunque ya no me ama, Xinyue quiere mucho a Ah Lin. Nunca se volvería a casar y desaparecería sin decir una palabra. Algo debe haberle sucedido —murmuró Feng Chen incrédulo.
Al ver la condición de su hijo, el Abuelo Feng suspiró y dijo:
—No sabemos lo que ella siente. Tal vez algo le sucedió, o tal vez realmente se volvió a casar y decidió seguir adelante. A menos que le preguntemos directamente, no tenemos forma de saber qué le pasó.
—Ah Chen, ahora tienes una nueva familia. Deberías dejar ir el pasado —agregó.
Feng Chen sacudió la cabeza y dijo:
—Padre, nunca tuve la intención de mantener este matrimonio por mucho tiempo. He estado tratando de encontrar evidencia sobre lo que sucedió en ese entonces. También dudo de la identidad de Feng Heng. No se parece en nada a mí. En cambio, se parece mucho a su tío materno.
Al escuchar esto, el Abuelo Feng abrió los ojos de par en par y dijo:
