Cuando llegaron a casa, descargaron el grano y lo almacenaron en almacenes subterráneos.
Después de que Li Chenmo cerró el almacén, dijo —Esposa, le di la mitad de la comida a los huérfanos y a los ancianos sin consultarte. ¿Estás enojada conmigo?
—Marido, ¿por qué habría de estar enojada contigo? —preguntó Lu Jueyu dubitativa.
—Bueno, ¿no quieres los granos? —preguntó de nuevo.
—Es porque es mejor obtener grano que dinero. Un kilogramo de grano se vende por 3 yuanes en las tiendas estatales. Pero podemos conseguir un kilogramo con el valor de 1.5 yuanes de puntos de trabajo. Basándonos en esta comparación, por supuesto que deberíamos obtener el grano —explicó ella con una sonrisa.
Al escuchar esto, Li Chenmo sonrió y dijo —Pensé que querías grano.
—Marido, tenemos demasiada comida y no podríamos terminarla en una vida. ¿Por qué habría de ser codiciosa por esta cantidad de granos? —preguntó Lu Jueyu con una sonrisa.