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Debido a la fuerza, la cara de Chen Jianmin fue arrojada hacia un lado, la comisura de su labio se desgarró y la sangre rezumaba de la herida. Su cara estaba inexpresiva, pero había una tormenta gestándose en los oscuros ojos de Chen Jianmin.
El puño a su lado estaba apretado tan fuertemente que sus uñas perforaban su piel, pero el dolor apenas le impedía responder al ataque. Bajó la cabeza y bajó los párpados, por lo que nadie vio la intención asesina brillando en sus ojos.
—Ahora no es el momento, no puedo arruinarlo todo por una gratificación temporal. De lo contrario, todos mis años de planificación, resistencia y trabajo duro habrán sido en vano —Chen Jianmin repetía esta frase una y otra vez en su corazón, antes de finalmente suprimir la ira en su corazón.
