Cuando los hermanos Dong caminaban felizmente hacia su hogar, la situación en la familia Chen estaba en caos. Cuando Gou Dan finalmente llegó a su casa, vio a muchos aldeanos apiñados fuera de su puerta. Al ver esta escena, su corazón dio un vuelco, y un mal presentimiento brotó en su corazón.
Él apartó a los aldeanos y se apresuró a entrar en la sala ancestral, solo para ver a sus tíos llorando tristemente —Padre, por favor abre tus ojos. ¿Cómo podrías dejarnos solos así?
Tras oír lo que dijo su segundo tío, las piernas de Gou Dan se debilitaron y cayó al suelo aturdido. Miró a su abuelo cubierto de sangre con horror. Cuando levantó la cabeza y vio que todos lo miraban, sintió que todos sabían que él había sido quien mató a su abuelo.
El miedo se apoderó de su corazón y sintió que su estómago se retorcía. Recordando la escena en la que golpeaba la cabeza de su abuelo con un candelabro una y otra vez, Gou Dan no pudo evitar sentirse enfermo y finalmente vomitó allí mismo.
