—Tomó a Li Chenmo y al resto casi cinco horas remover todo el estiércol de cerdo de la fosa. Al ver el camión completamente cargado de regreso, el Camarada Jiang se limpió el sudor de la frente y dijo:
— «Camarada Li, gracias. Con esto, has reducido mucho de nuestro trabajo».
—Li Chenmo se limpió la frente y dijo:
— «Camarada Jiang, puedes venir aquí una vez cada diez días y transportar el estiércol de cerdo. Mi familia y yo no podemos usar tanto fertilizante, así que siéntete libre de tomarlo tanto como quieras».
Después de escuchar esto, el Camarada Jiang se mostró muy contento y dijo:
— «En ese caso, no voy a ser cortés contigo. Traeré a mis camaradas a buscar estiércol de cerdo en diez días».
—Al oír sus palabras, Li Chenmo sonrió y dijo:
— «Yo debería agradecerte por resolver mi problema. Si vienes a buscar el estiércol de cerdo, ya no tendré que cavar fosas».
—Cuando Li Chenmo levantó la cabeza, vio que el sol había empezado a ponerse y dijo: