"Tan pronto como Lu Jueyu entró a la casa, vio al Padre Li saliendo de la habitación mientras ayudaba a Li Chenmo. Al verla llegar, los ojos de Li Chenmo se iluminaron.
—Jueyu, entra rápido —Li Chenmo la llamó—. Si no fuera por su lesión en la pierna, podría haber caminado hacia ella.
Al ver que él estaba de buen humor, Lu Jueyu también sintió que su estado de ánimo mejoraba. Puso la cesta de bambú en la mesa y dijo:
—Tío Li, Hermano Chenmo, hice cerdo estofado para la cena. Deberían comer más ustedes dos.
Cuando puso la comida en la mesa, el Padre Li se quedó atónito.
Sabía que su hijo había entregado todo el dinero a Lu Jueyu y la había dejado usarlo como quisiera. Pero nunca se esperó que ella realmente usaría el dinero para comprar arroz y carne. Mirando la porción, era suficiente para cuatro adultos. Qué desperdicio comer arroz blanco y tanta carne de una sola vez. Sería mejor guardarla para el año nuevo.
El Padre Li recordó de repente los rumores sobre Lu Jueyu y la miró. Aunque estaba muy molesto por la forma en que ella gastaba dinero, como hombre, se contuvo y no dijo nada. Considera una bendición que su esposa ya no esté con ellos. Con el temperamento de su esposa, si ve a su futura nuera siendo tan derrochadora, podría haber un gran escándalo.
El Padre Li miró a su hijo y vio que él sonreía todo el tiempo, así que eligió cerrar los ojos. Mientras estén felices, él, como padre, no interferirá con sus vidas. Después de todo, sus hijos ya son adultos y ellos pueden tomar sus propias decisiones.
Cuando el Padre Li estaba lleno de dilemas, Li Chenmo se mostró muy contento cuando vio los platos. No tenía miedo de que ella malgastara su dinero, sino que temía que ella no quisiera usar su dinero. Ahora que ella estaba dispuesta a gastar su dinero, él no tenía que preocuparse demasiado por que ella cambiara de opinión. Si fuera posible, él quería mimarla hasta que no pudiera vivir sin él.
Sin saber lo que estaban pensando, Lu Jueyu les sirvió un tazón de arroz y un tazón de sopa. Les entregó los palillos y dijo:
—Tío Li, Hermano Chenmo, pruébenlo rápido, vean si está de su gusto.
Aunque su boca ya se le hacía agua al oler el aroma del cerdo estofado, Li Chenmo bebió primero la sopa de huevo y luego probó la carne. En el momento en que probó la carne, sus ojos se abrieron de sorpresa.
Aunque sabía que las habilidades culinarias de Lu Jueyu eran grandes, se sorprendió cuando probó los platos de hoy. Como él estaba lesionado, ella solo cocinaba platos ligeros para él. Por lo tanto, era su primera vez probando un plato tan delicioso.
Aunque no es conveniente comer alimentos grasos y de sabor fuerte debido a la lesión, Lu Jueyu piensa que está bien comerlo de vez en cuando. Además, usó el agua del espacio para hacer estos platos. Por lo tanto, todo debería estar bien.
Si al Padre Li le parecía que la comida era demasiado para dos personas antes, después de probarla, sintió que la comida era perfecta. Tanto él como su hijo pueden comer dos tazones de arroz. Por primera vez después de la Gran Hambruna, el Padre Li finalmente tuvo un vientre lleno.
Terminaron de comer en menos de veinte minutos, lo que hizo que Lu Jueyu se preocupara un poco.
—Comer demasiado rápido no es bueno para su sistema digestivo —así que hizo un poco de té para ayudarles a digerir los alimentos—.
Después de terminar de despejar la mesa, el Padre Li volvió a su habitación para descansar."
—Sentada junto a Li Chenmo, Lu Jueyu dijo:
—Hermano Chenmo, en unos días, mis hermanos vendrán a construir vías fluviales. En el futuro, podremos usar agua de manantial de montaña en lugar de agua de pozo.
—En —respondió él asintiendo.
Justo cuando estaba a punto de irse, Li Chenmo dijo:
—Jueyu, mañana mi padre visitará a tus padres.
Lo miró interrogándolo y preguntó:
—¿Qué pasa?
—Es sobre nuestra boda. Has estado yendo y viniendo entre nuestras casas para cuidarme desde que regresé. Es invierno y cada día hace más frío. Creo que es mejor celebrar nuestro matrimonio antes. Después de casarnos, será mucho más conveniente. ¿Qué opinas al respecto? —propuso Li Chenmo.
Lu Jueyu se sorprendió por sus pensamientos. Aunque había decidido vivir el momento y no pensar en la heroína, se sintió sorprendida cuando de repente quiso adelantar la fecha de la boda.
Viendo su expresión sorprendida, Li Chenmo se apresuró a agregar:
—Si no estás de acuerdo, podemos seguir nuestro plan original. Solo que temo que cojas un resfriado y te enfermes, por lo que no tienes que cocinar para mí durante este tiempo. Mi padre puede encargarse de mi comida.
Al oír esto, Lu Jueyu sin pensarlo soltó con el ceño fruncido:
—Eso no va a funcionar.
Li Chenmo se sobresaltó y preguntó:
—Jueyu, ¿a qué te refieres?
Cuando volvió en sí, rápidamente dijo:
—No quiero decir nada más. Es solo que necesitas reponer tu salud. Necesitas nutrientes equilibrados, así que es mejor que yo cocine para ti.
Li Chenmo la miró y guardó silencio. Después de un rato, negó con la cabeza y dijo:
—No. Prometo cuidar de mi cuerpo, así que no tienes que preocuparte por mí. No quiero que te enfermes mientras cuidas de mí. ¿Qué haría si algo te sucede?
Lu Jueyu vio que no podía negociar con él ya que él ya había tomado una decisión y se negó a ceder. No esperaba que fuera tan terco, y se sintió molesta. Se miraron el uno al otro, ninguno dispuesto a retroceder. Al final, ella no pudo ganar contra él, y dijo desesperadamente:
—Está bien. Te haré caso."