Chapter 10 - NUNCA MÁS

"La mesa del comedor se quedó en silencio de inmediato —todos detuvieron sus acciones y se quedaron mirando a la abuela Elizabeth y a Mary.

Mary no sabía qué decir al sentir todas las miradas sobre ella —volvió a comer su comida como si nada hubiera sucedido, pero por dentro, su sangre estaba hirviendo de rabia.

¿Cuándo morirá esta vieja mujer para que ella pueda obtener la propiedad familiar? —apretó tanto la cuchara en su mano que sus venas comenzaron a resaltar.

—¿Dónde está Erika? —preguntó la abuela Elizabeth, ignorando a Mary después de su outburst.

—No lo sé, abuela —respondió simplemente Adrian.

—¿Qué quieres decir con que no lo sabes, no la has visto desde que te divorciaste? —la abuela Elizabeth lo miró estrechando los ojos.

Adrain podía sentir que le venía un dolor de cabeza, pero aún así respondió educadamente —abuela, ya no estamos juntos y ella puede hacer lo que quiera —continuó con su comida.

La abuela suspiró, —No culpo a la pobre cosa, debe haber estado feliz de poder liberarse de tus malvadas garras. Adrain, te lo digo una y otra vez, dejaste escapar a una buena mujer —después de decir eso, se levantó y se fue con ayuda del mayordomo David, por supuesto.

Adrain no entendía por qué la abuela seguía diciendo eso. Erika no es a quien él ama, es Felicia, o eso creía.

Mary miró a su marido y quiso preguntarle acerca de los asuntos de la empresa pero entonces recordó la bofetada y subconscientemente tocó sus mejillas —se dirigió a Adrain en cambio, —¿Cómo van las cosas en la empresa, Adrian?

—No bien —respondió Adrain con solo dos palabras—. Tampoco aprobaba la escena que su madrastra y hermana habían provocado y por ello algunos directores de la junta querían vender sus acciones.

Mary tragó saliva, no quiere volver a ser pobre. Venía de una familia pobre e hizo muchos trucos para convertirse en la Señora de la mansión, ahora no quiere perderlo todo —miró a Adam y dijo, —Lo siento.

Adam sólo le dio una mirada fría y dejó la mesa. Sus esfuerzos no van a irse por el desagüe por culpa de una mujer sin sentido.

Lejos de donde ellos están, en un gigantesco edificio de una empresa con alrededor de 70 pisos. En el piso más alto, un hombre con gafas que le colgaban de la nariz leía a través de los documentos en sus manos y escuchaba al hombre que le estaba dando información.

—Jefe, está confirmado. Dejó su mansión y se divorció de su marido. Ahora está con su familia —dijo el informante."

"El hombre con gafas respondió —Eso es bueno. Sigue siguiéndola e informa de todo lo que hace, a dónde va y con quién sale y a quién se encuentra, ¿entiendes eso?

El informante respondió —Sí jefe, te lo informaré todo. El informante no entendía por qué su jefe le pedía que siguiera a esta mujer todo el tiempo y ya hacía un año. Bueno, no era asunto suyo. Solo tenía que hacer su trabajo y cobrar. Dejó la oficina y se fue a realizar su misión.

El hombre se quitó las gafas y miró a la mujer de la foto que ahora sostenía. La foto fue tomada con las cámaras de seguridad en el aeropuerto. Susurró —Sigues luciendo tan hermosa como la última vez que te vi.

Aún podía recordar claramente el primer día que chocaron el uno contra el otro, como si se estuviera reproduciendo en su cabeza.

——————HACE UN AÑO——————

En la mansión de los Harts, Erika estaba ocupada haciendo sus supuestas tareas domésticas cuando Mary se acercó a ella y dijo —Oye, quiero que hagas la compra para la casa, nos estamos quedando sin existencias. Fue mentira. Siempre llenaban su cocina con comida que podría durarles un año entero, pero ella solo quería molestar a Erika.

Erika estaba un poco confundida pero todavía respondió de manera educada —Pero madre, estoy ocupada, después de esto, voy a cuidar el jardín de la abuela, puedes enviar a los sirvientes en su lugar.

Mary se enfadó y estalló —¿Estás discutiendo conmigo? No eres quien paga los salarios a los sirvientes, por lo que no tienes derecho a decidir a qué puedo enviarlos o no. Quiero que vayas. Le entregó a Erika la lista de cosas para comprar y la tarjeta para pagar —Aquí está la lista y la tarjeta, sabes el pin y tampoco gastes más de lo que tienes que pagar.

Erika obedientemente lo tomó y se fue a buscar las cosas necesarias sin saber que no había ni un solo dinero en la tarjeta.

Erika llegó a su destino y empezó a recoger todo de la lista y lo sumó a un total de 150 mil dólares.

En el exterior del supermercado, la voz de una joven era lo único que se podía escuchar en el coche con los vidrios tintados mientras rogaba y rogaba a su hermano que no la enviara de vuelta a la mansión principal. —Ethan, por favor, prometo no volver a ir a clubes hasta que me convierta en adulta —, Cassandra tomó la mano de su hermano y le hizo un puchero de forma adorable. Esa era su arma secreta para hacer que él accediera a cualquier cosa que ella quiere.

Ethan miró a su hermana pequeña e instantáneamente apartó la mirada cuando la vio haciendo un puchero. Ella sabe que este truco siempre funcionaba con él. Suspiró y dijo —Está bien, no te enviaré de vuelta a la mansión principal ya que prometes no ir a clubes hasta que te conviertas oficialmente en adulta pero solo bajo una condición.

Los ojos de Cassandra se iluminaron y rápidamente dijo —Claro, lo que sea Ethan.

—Vas a preparar la cena para nosotros esta noche —, dijo Ethan.

Cassandra se sintió aún más feliz. Como ella sabe cocinar, no le resultaría demasiado difícil cumplir la condición. —Bien, entonces vamos a hacer la compra.

—Espera, esto es lo que quiero que prepares para la cena —. Le mostró fotos de platos chinos y sintió una gota de sudor caer de su cuello a pesar de que había aire acondicionado en el coche. —Ni siquiera te molestes en discutir porque no voy a cambiarlo ahora, vamos.

Cassandra pensó en su cabeza «Somos americanos, ¿por qué querría platos chinos? Solo quiere dificultarme las cosas, humph.» Y bajó lentamente del coche."