Los días pasaban en un abrir y cerrar de ojos, y Dani retomaba gradualmente sus rutinas habituales mientras ayudaba a la Reina junto con Krisha y Zaila en sus deberes diarios.
—¿Ya le informaste a tu familia? —Krisha le preguntó mientras ambas caminaban por el pasillo. En ese momento, estaba en camino para ayudar a la Reina a prepararse para recoger a su hermana, la Princesa Xenia, en el puerto principal de Valcrez. Hoy era un día especial para su Reina precisamente por la visita inesperada de su hermana con el Rey Darius de Cordon a su reino.
—Todavía no, lo pensaré más tarde —Dani respondió con un suspiro—. De todas formas, no es como si tuviera prisa por sentar cabeza.
—Pero la Madre Reina piensa diferente. ¿Crees que tu familia aceptará al Canciller, especialmente al Señor Atlas? —Krisha le preguntó—. No le gustan los vampiros ni otros seres aparte de los humanos, ¿verdad?