—Mineah solo miró cómo ejecutaban brutalmente a Haman frente a ella. Luego se encontró a sí misma mirando fijamente a su marido. Esta era la primera vez que veía a Nikolai de una manera tal que solo con mirarlo podía infundir miedo en su ser completo. No era su comportamiento habitual y despreocupado. En cambio, esta era la representación de alguien que era despiadado y sin misericordia con sus enemigos. El mensaje era claro, y Mineah esperaba que después de este incidente ninguno de los Clanes quisiera volver a intentar algo así.
—Lady Sage acaba de tomar la sangre y el veneno del Exordio de Haman, ¿verdad? —Dani susurró detrás de ella—. ¿Eso no la haría más poderosa que el resto de los Exordios?
—Sí —murmuró Mineah, incluso mientras su mirada se volvía hacia Nikolai. Nadie superaría jamás a su marido, quien automáticamente absorbía el poder de un Exordio puro cada vez que morían.