Estaban a punto de irse cuando Fritz se detuvo de repente y se volvió.
—¿Qué pasa? —preguntó Laura.
—¡Maldito Luis! ¿Por qué solo me lo dices ahora?! —estalló de repente en cólera—. Parecía que Fritz estaba teniendo una conversación telepática con alguien, y lo que acababa de aprender parecía haberle enfadado mucho.
Antes de que alguien pudiera entender la situación, una voz, joven y autoritaria, cortó el aire. —¡Todos ustedes están arrestados en nombre de Su Majestad, el Rey Nikolai! —Laura parpadeó sorprendida—. La voz pertenecía a un joven que parecía tener unos diecinueve años o menos con un llamativo cabello blanco.
—¡Luis! —Fritz rugió en reconocimiento—. Fritz conocía al hombre y obviamente, estos dos no se llevaban bien dado la forma en que Fritz estaba insultando y enfureciéndose con el hombre en ese momento.