—Mineah se sintió como si su corazón acabara de saltar de su pecho con esa revelación —contó—. Nikolai no había mencionado eso antes en absoluto. Solo le había dicho que Vulcano había matado a su padre y que él fue testigo de cómo su padre sufrió antes de convertirse en ceniza, no que... eso casi ocurrió.
—Se mordió el labio interior mientras observaba a Nikolai fulminar con la mirada al dragón que volaba lejos de ellos —describió—. El ardiente deseo de matarlo era muy visible en el descontrolado incendio de sus orbes ámbar. Podía sentir su cuerpo temblando contra el suyo. Eso es lo mucho que trataba de controlarse para no atacar al dragón.
—Hizo una mueca por dentro —continuó narrando—. Si solo ese dragón no estuviera reteniendo el cuerpo de Ezequiel como rehén... Probablemente incluso le habría dado carta blanca para acabar con Vulcano y finalmente aliviar la carga y la furia que aún guarda su marido.