—...y mi esposa aquí, ella habría sido una princesa de ese reino si no fuera por los Clifford arruinando su familia —declaró Arlan.
Sus intenciones eran claras: silenciar a aquellos que se burlaban de Oriana por no ser digna del título de Princesa Heredera. Al revelar su linaje real, demostraba que ella era más merecedora que cualquier otra mujer a su alrededor.
Para Arlan, no importaba si era real o plebeya; no podía permitir que otros la menospreciaran. Su orgullo era suyo para proteger.
—Ahora, volviendo a donde estábamos —continuó Arlan—, Luis planeó asesinar a la Reina y culpar al Señor Verner para eliminar ambos obstáculos de una vez.
Se volvió hacia el Hechicero.
—¿Nos dirás ahora cómo fue asesinada mi madre, o prefieres que mi caballero use ese látigo contigo hasta que seas torturado hasta la muerte?