Mientras tanto, Yorian emergía en la cima de la montaña. Había esperado pacientemente una señal de Oriana para su próximo movimiento. Sin embargo, incapaz de establecer una conexión, sintió que algo no iba bien y se aventuró al lugar designado por Edna.
A su llegada, la escena se desplegó ante él, recordándole a Oriana sufriendo de dolor mientras Arlan le pedía a la bruja que dejara de infligirle dolor a Oriana. Una esfera de energía divina envolvía todo el entorno, confinando a Arlan y Edna dentro, dejando a Oriana varada afuera.
—Esta bruja. Parece que debo intervenir antes de lo previsto. Todo el plan parece haberse arruinado —murmuró Yorian para sí mismo.
Determinado, Yorian avanzó hacia Oriana pero...
¡Boom!
Solo para ser asaltado por un repentino embate de poder oscuro. La fuerza lo empujó hacia atrás, sin embargo, él canalizó sus habilidades, evitando un desplazamiento mayor, y recuperó su posición.