Perspectiva de Arlan
Ese desafortunado día en el pueblo de Wimark, el día en que Arlan descubrió que Oriana era nieta de Philip, una onda de choque recorrió su ser, dejando sus sentidos momentáneamente paralizados. Mientras observaba su acercamiento apresurado y temeroso hacia su abuelo herido, sentía como si su mundo entero se hubiera derrumbado en un instante.
¿Cómo podía ser esto? ¿Cuánto más podía estar su destino en ruinas?
Esta joven mujer había sido su consuelo, una fuente de alivio de los dolores silenciosos que soportaba. Sin embargo, ahora parecía destinada a convertirse en el catalizador de una nueva prueba. Aún así, esa no era su preocupación principal. En ese momento crítico, todo en lo que podía concentrarse era en el peligro inminente que se cernía sobre Oriana.