—¿También te resulta difícil apartar los ojos de mi apuesto rostro, aunque me ves a diario? Entonces puedes imaginarte lo que debe sentir la Señora Ria... —dijo él al verla mirarlo.
—Su Alteza, la Señora Ria también es hermosa. Es tan bonita que creo que está contenta mirándose a sí misma en el espejo todos los días, difícilmente encuentra algo que iguale su belleza.
—¿Es ella realmente tan bonita? —Arlan reprimió su sonrisa una vez más.
—Es tan bonita que tiene que ocultar su belleza a hombres como tú, Su Alteza. Lo que más teme son los pervertidos. —Oriana asintió con confianza.
—¿Me estás llamando pervertido? —Él entrecerró los ojos hacia ella.
—Para nada, Su Alteza. He puesto 'Su Alteza' y 'pervertido' en dos frases separadas...
—¿Debo recordarte las cosas inapropiadas que has estado haciendo?