"En medio de su postre, Oriana echó un vistazo a la expresión del príncipe.
—Me pregunto si estaría bien hablar. Parece estar de mejor humor. ¿Debo decirle directamente que soy una mujer? —se preguntó Oriana.
Arlan sintió su mirada furtiva hacia él y levantó una densa ceja hacia ella, sus ojos interrogantes. Ella inmediatamente bajó la mirada.
—¿Hay algo malo? —preguntó.
Ella bajó los cubiertos que sostenía, sin darse cuenta de que sus dedos temblaban ligeramente. —Tengo algo que decirte, Su Alteza.
—¿Qué es?
—E-Es de naturaleza delicada, pero espero que Su Alteza entienda la razón detrás de la situación, ya que solo te engañé para protegerme a mí misma —expresó Oriana—. Quiero decirte que soy
—¡Ahh!
¡Destrozo!
¡Crash!