"Rafal tuvo que obedecer la orden de Arlan y permitir que el chico bonito que sedujo a su señor entrara en su habitación, aunque a regañadientes. Neil acompañó a Oriana, actuando como su ayudante, llevando consigo suministros médicos prestados de un médico real.
Cuando llegaron al alojamiento del caballero, ella le dijo al hombre frunciendo el ceño:
—Sir Ahren, por favor, siéntese.
—¿Dónde?
—Donde sea.
Con un suspiro, Rafal se sentó en la cama.
Oriana se dispuso a revisar primero la herida en su cabeza y comenzó a hacerle preguntas como lo haría un médico, su tono era serio y estricto.
—¿Estás mareado?
—No.
—¿Dolor de cabeza?
—No.
—¿Náuseas? ¿Te sientes como si fueras a vomitar? ¿Cómo está tu equilibrio? —preguntó Oriana mientras tocaba suavemente el área alrededor del corte.
—No a todo. Solo limpia la herida y pónle un parche.
—Hmm, no parece tan grave….
Rafal le hizo una seña a Neil para que le pasara las vendas.