"El anciano, de pie con sus manos plegadas detrás de la espalda, la escudriñó durante unos momentos:
—Pareces familiar.
—¿Skinny Orian? ¿Tu chico de los recados durante la plaga en el oeste? Hace dos años, trabajé contigo cuando viniste a mi aldea para detener el brote. En ese momento, me enseñaste acerca de la importancia de los baños diarios, así como cómo tratar las lesiones por medios alternativos cuando las hierbas necesarias no están en temporada.
—¿Orian? —murmuró Erich mientras la niebla en sus recuerdos se levantaba—. Finalmente, le golpeó —este debería ser aquel joven herbolario que deseaba convertirse en médico—. Te recuerdo. Tu abuelo tiene demencia.
Dada la extraña y caprichosa personalidad de este médico, ella debería haber esperado que solo la recordara por su enfermo abuelo.
—Necesito tu ayuda —dijo ella.
—¿Qué sucede?
—No...no puedo decírtelo aquí —dijo titubeante—. Necesito hablar contigo a solas.
—¿Esto es sobre tu abuelo?
—Sí, Maestro.