—¿Estoy alucinando? ¿Qué está haciendo aquí el caballero de ese mocoso?
—¿Orian? —la voz del mayordomo la sacó de su asombro—. Este es el Tercer Joven Maestro Rafal. Esta residencia le pertenece a él y tú le servirás a él.
Oriana inmediatamente bajó la cabeza. —S-Saludos, Tercer Joven Maestro.
Rafal simplemente miró a esa pequeña figura vestida con un uniforme de criado limpio. Sin embargo, ella llevaba una camisa interior negra con un cuello ceñido que cubría su supuestamente expuesta garganta, ocultando el resto de su cuerpo excepto su cara y sus manos. También tenía una tela negra alrededor de su cabeza, pareciendo más un joven erudito de alguna tribu del norte que una ama de casa.
Mientras tanto, Oriana no sabía qué pensar de esta situación. Su mente de repente quedó en blanco y necesitaba tiempo para pensar. Su mente estaba llena de palabras al azar: el caballero de ese mocoso, cuchillo, apuñalamiento, castigo, necesidad de escapar ...
