Xaviera quedó inmediatamente sin palabras. Estas personas habían sido completamente lavadas el cerebro por Fiona Reiser. A lo largo de los años, Fiona había mantenido una buena imagen, haciendo que su reputación entre las damas nobles fuera impecable. Era gentil, talentosa, pero no arrogante; muchos hombres la veían como la diosa de sus sueños. Asistían al evento de caridad con la esperanza de acercarse a ella y mostrar sus habilidades frente a Fiona, razón por la cual habían perdido la razón en este punto.
—¿Quién te crees que eres? ¿Solo porque llevas un collar genuino no significa que puedas intimidar a cualquiera?
¿Eran esas palabras siquiera humanas? A Fiona no le importaba lo correcto o incorrecto; simplemente acusó a Xaviera de llevar una falsificación. Ahora que se había demostrado que estaba equivocada, todavía fingía ser inocente frente a todos. ¿Quién estaba intimidando a quién aquí?
