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Los ojos de la gente se reavivaban con esperanza. Ahora que Vivian Drew se había disculpado, seguramente Caleb Mamet debería dejarlos ir, perdonar a la familia Drew.
El salón de banquetes estaba en silencio, la respiración de todos se ralentizaba, esperando en calma a que Caleb hablara. Él permanecía en silencio, y nadie se atrevía a apresurarlo, temiendo enfadar a este rey viviente del infierno.
Después de un largo silencio, Caleb pareció tener suficiente de las expresiones humillantes en los rostros de Vivian y Boyd Drew. Abrió lentamente los ojos con una sonrisa indiferente —Está bien.
Sean Price avanzó para transmitir las intenciones de su CEO —El CEO retirará inmediatamente la demanda, pero deben retirar todos los perfumes, destruir las botellas de perfume y también compensar al CEO con 1.8 mil millones de dólares.
