Una hora más tarde, Xaviera Evans subió arriba, y Caleb Mamet estaba trabajando en su estudio. Él parecía indiferente al verla entrar y preguntó casualmente:
—¿Se fue Yigol?
Xaviera frunció el ceño, sin responder inmediatamente.
Sin levantar la cabeza, Caleb dijo suavemente:
—Se está haciendo tarde. Vuelve a tu habitación y descansa.
Xaviera dudó un momento, sus ojos llenos de preocupación:
—¿No vas a descansar?
—Aún me queda un poco de trabajo por hacer, para la reunión de mañana. Hay una reunión importante para la Corporación Mamet. Si tienes tiempo, acompáñame.
Xaviera estaba desconcertada. Caleb nunca la había dejado involucrarse en su trabajo antes. ¿Por qué de repente la estaba invitando a asistir a una reunión en la empresa?
Aunque estaba confundida, Xaviera asintió sin dudar.