—Ya es bastante malo que intimides a tu hermana en casa —fustigó enérgicamente—. ¡Ahora te atreves a intimidarla en la escuela, frente a tantas personas! Perra, ¡tipa siniestra! ¿Cómo terminó la familia Evans con un desastre como tú?
Xaviera Evans movió sus ojos y la miró sombríamente.
Los compañeros de clase estaban atónitos. ¿Esta anciana era la abuela de Mag Evans? ¿Cómo podría hablar tan duramente como una arpía?
—Abuela, no te enfades, todo es mi culpa —Mag seguía sollozando y se sentía agraviada—. Mi hermana y Jessi Whitman hicieron una apuesta, y cuando mi hermana ganó, obligó a Queena a arrodillarse. Pero pensé que no sería bueno para mi hermana, así que intenté persuadirla de que fuera más generosa, de que no fuera mezquina con Queena. Entonces mi hermana se enfadó un poco...
Después de conocer la causa, el rostro de Madame Evans se puso rojo de ira. Su rostro seco y lleno de furia. Golpeó fuerte con su bastón:
