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En ese momento, algunas escenas picantes pasaron por la mente de Caleb, mientras recuerdos incontrolables inundaban su cabeza. Su mirada se oscureció —¿Te estás duchando en el baño principal?
Xaviera Evans le sonrió con coquetería mientras se cepillaba el cabello —¿Por qué no? Siempre me duchaba aquí, ¿no es cierto? ¡A veces incluso me sostenías mientras nos duchábamos juntos! Caleb... ¿puedes ayudarme a coger algo de ropa?
La frente de Caleb se llenó de sudor, su ardiente mirada fija en su pálido cuello. La toalla de baño no podía cubrir por completo su pecho, permitiendo vislumbrar su piel blanca como la nieve —Haré que Steve Price la consiga...
