"Nidya Hughes miró al distante Caleb Mamet, su rostro lleno de burla. Parecía que el señor Caleb Mamet estaba supremamente seguro de que nadie descubriría jamás este secreto. Alternativamente, había la posibilidad de que a él no le importara en absoluto Xaviera Evans, y no le importaría incluso si ella llegara a enterarse de ello. ¿Cómo si no podría mantenerse tan compuesto?
Cualquier mujer sería incapaz de soportar este tipo de secreto, y menos aún una mujer tan celosa como Xaviera. Definitivamente no sería capaz de aceptar la verdad.
La cara de Nidya Hughes se contorsionó de miedo, sus ojos llenos de un atisbo de terror.
—Señor Mamet, usted lo ha pedido —se defendió—. Si yo lo revelo, ¡no dirija su ira hacia mí!
De repente alzó la cabeza, su mirada llena de desprecio dirigido hacia Xaviera, una risa desquiciada estallando de sus labios. Al momento siguiente, pronunció palabras que causaron conmoción en la multitud.