"La mirada de Anna era fría, y aunque Xaviera estaba vestida de manera sencilla, exudaba una aura extraordinaria. Sus cejas y ojos no se parecían a los de su madre, pero era asombrosamente similar a la deslumbrante y talentosa hermana de su madre, Nina Hughes.
Mujeres como Xaviera podrían brillar incluso si estuvieran en la miseria.
De repente, la envidia creció en el corazón de Anna. Contuvo sus emociones y fingió entusiasmo:
—Xaviera, bienvenida a casa. A partir de ahora, podemos vivir juntas.
Xaviera se quedó sin palabras; este tono la hizo sentir como si ella fuera la recogida en la calle, y ¿era una bendición ser aceptada por la familia Campbell?
Mostró una expresión ligera e indiferente, mofándose:
—¡Ja! ¿Dejar que viva contigo? Anna, tú tampoco eres la Señorita Campbell. ¿Por qué debería vivir contigo? Ahora que he vuelto a la familia Campbell, yo soy la Señorita Campbell. Entonces... ¿todavía quieres quedarte en la familia Campbell?
