—Yo gasté bastante dinero en criarte también, y no puedo soportar este costo solo, así que... utilicé parte de la dote que dejó tu madre. ¡Realmente no puedo devolverte todo! —Derek Evans rogó fervientemente.
—Xaviera, en realidad, todos estos años, siempre he tenido grandes expectativas para ti. Sé que odias a Rose Campbell y a Mag, así que no he dejado que Rose entre en nuestra casa ahora. Solo porque estaba el banquete de compromiso de Mag le permití regresar. Pero has puesto la familia Evans patas arriba por un asunto tan pequeño. ¿Cómo puedo entregarte la gestión de nuestra familia?
—Xaviera, yo soy tu padre. Aunque tuvimos algunos malentendidos, siempre eres mi hija. No puedes... causar tal desagrado con tu propia familia. No es bueno para tu reputación, ya sabes...
En ese momento, se oyeron pasos fuera de la puerta. —Señor y Señora Sullivan, por favor, entren —Caleb Mamet levantó lentamente la cabeza.