—Señorita Evans, no es necesario que sea modesta. Cuando eras joven, ya demostraste un talento increíble para el violín. Tres años son suficientes para que logres algo. Tu habilidad puede que no esté a la par con Zara, pero aunque no toques bien, no te burlaremos. Te ayudaremos a mejorar. ¿O estás diciendo que me miras por encima del hombro? —se rió con desprecio Maxwell Martin.
El ambiente cambió mientras él hablaba.
En la industria musical, nada es más tabú que faltar el respeto a los ancianos. Maxwell Martin es un músico doméstico muy conocido que aparece en todos los programas importantes. Si se llegase a saber que Xaviera Evans le faltó el respeto a este anciano, sería duramente criticada.
—Caleb, ¿debo tocar? —preguntó Xaviera Evans dirigiendo su mirada a Caleb Mamet de manera despreocupada.
Todos los ojos se dirigieron a Caleb Mamet.
El corazón de Zara Woods latía con fuerza, su cuerpo entero temblaba.