—Sra. Mamet, no es extraño que sueñes conmigo dado que piensas en mí durante el día. Sin embargo... —Caleb se inclinó de repente, una sonrisa fría apareció en sus profundos ojos—, ¿cómo supiste que tengo fotos aquí? ¿Quién te lo dijo?
En ese momento, todo en lo que Xaviera podía pensar eran las palabras de Yigol, ¡la foto de Caleb sin ropas! Su intención original era simplemente ver cómo lucía Caleb en aquel entonces, pero las palabras de Yigol habían despertado su curiosidad.
—Lo sabría incluso si no me lo dijeras. —Al ver la expresión ondulante de Xaviera, Caleb entendió y confirmó—. Fue Yigol, ¿verdad?
Xaviera jadeó y la imagen en su mente desapareció instantáneamente.
—La reacción de la Sra. Mamet me ha dicho que fue Yigol quien te lo contó, así que querías ver mis fotos. ¿Te dijo Yigol que él tomó fotos privadas de mí? —Caleb sonrió seductoramente, y su cuerpo entero desprendía una atmósfera ambigua.
