El conductor de taxi la miró por un momento y asintió, diciendo—Mi hija realmente te admira. Dice que es tu fan. Señora Joanna, de verdad eres muy hermosa, incluso más que en las fotos. No me extraña que mi hija te quiera tanto.
—... —se sonrojó un poco ante el cumplido—. Ejem, gracias, tío.
—Señora Joanna, ¿podría darme su autógrafo? —el conductor de taxi se rascó la cabeza, un poco avergonzado—. Quiero conseguir uno para mi hija. Su cumpleaños es mañana, y creo que estaría emocionada de recibir tu autógrafo.
Joanna miró al tímido conductor de taxi, sintiéndose culpable de repente por haber malinterpretado sus intenciones anteriormente.
—Por supuesto —asintió inmediatamente—. ¿Quieres un autógrafo, verdad? No hay problema. Tengo una pluma aquí. ¿Dónde debo firmar?
