—¿Por qué dirías esas cosas sobre mí por ella?
—Al final, incluso tú me abandonarás por esa sirena —Al decir esto, sus ojos se llenaron de un intenso odio, apretando los dientes.
Joanna Lawrence, siempre es Joanna Lawrence.
¿Por qué esa maldita mujer que le robó el hombre que más amaba no solo tenía éxito sino que ahora también quería arrebatarle a la única persona que se preocupaba por ella?
¿Tenía que quitarle todo antes de estar satisfecha?
Realmente la odiaba.
Nunca había odiado tanto a alguien antes.
Desde que era niña, había sido la consentida y mimada por todos. Era la señora Rebecca de la familia Kelloway, y desde el momento en que nació, su estatus le permitía vivir como quisiera.
Cualquier cosa que quisiera, podía obtenerla fácilmente.
Se podría decir que en sus veinte, los únicos contratiempos y desdichas que encontró le fueron traídos por Ashton Heath.
Aparte de eso, podía conseguir lo que quisiera.
Pero ahora...
